Los antidepresivos no son la opción adecuada para el tratamiento de la depresión en niños y adolescentes


Infocop | 01/07/2016 12:47:00



El trastorno depresivo mayor tiene una prevalencia estimada del 2-8% en niños de 6 a 12 años, y del 5-6% en adolescentes de 13 a 18 años. En comparación con los adultos, el trastorno depresivo mayor en niños y adolescentes está todavía infradiagnosticado e infratratado, posiblemente porque tienden a presentar síntomas menos comunes como irritabilidad, conductas agresivas y rechazo a la escuela.

A pesar de que los tratamientos psicológicos se consideran el tratamiento de elección en muchas guías clínicas basadas en la evidencia, y de las advertencias de la FDA desde 2004 sobre el aumento del riesgo de suicidio que producen los antidepresivos en esta población, el tratamiento farmacológico sigue siendo el más prescrito para jóvenes deprimidos.

Con motivo del debate que genera el uso de psicofármacos en menores, y en su caso, qué tipo de medicamento se administra, un equipo de investigadores ha publicado un estudio cuyo objetivo ha sido comparar la eficacia de un grupo de antidepresivos y la tolerancia a éstos, con el efecto de un tratamiento placebo, en menores con trastorno depresivo mayor.

Este interesante trabajo es el meta-análisis más completo publicado hasta la fecha, sobre los tratamientos farmacológicos para niños y adolescentes con depresión, que recopila los estudios publicados sobre este asunto con el fin de analizar la evidencia de los ensayos encontrados.

La búsqueda se hizo utilizando los principales buscadores científicos, así como las páginas Webs de las agencias reguladoras y los registros internacionales. Se eligieron los estudios cuyos resultados se centrasen en la eficacia (el cambio en los síntomas depresivos) y la tolerancia (interrupciones del tratamiento debidas a eventos adversos). Y fueron excluidos estudios con deficiencias metodológicas como tratamientos de menos de 4 semanas o tamaño de la muestra menor a 10 pacientes. En total se eligieron 34 ensayos, incluyendo una muestra total de 5.260 participantes y 14 tratamientos antidepresivos diferentes.

Según los resultados de eficacia sólo la fluoxetina obtuvo diferencias significativas con respecto al placebo, con un tamaño del efecto mediano. En cuanto a la tolerancia, la fluoxetina también obtuvo mejores resultados que otros antidepresivos, presentando la mayoría de ellos síntomas adversos que obligaron a interrumpir el tratamiento.

Teniendo en cuenta el balance riesgo-beneficio, este trabajo concluye que los antidepresivos no son una opción adecuada para el tratamiento de la depresión mayor en niños y adolescentes. Siendo la fluoxetina la opción menos mala en el caso de que se prescriba algún antidepresivo.
No obstante, según los autores del estudio, estas conclusiones hay que tomarlas con cautela, debido a que muchos estudios de los seleccionados (el 65%) estaban financiados por los propios laboratorios del medicamento, por lo que tenían altas probabilidades de estar sesgados y sobreestimar la eficacia de los resultados. Además, no pudieron acceder a los datos brutos de los estudios, con argumentos sobre la propiedad intelectual o la privacidad de los pacientes; lo que les impidió analizar los datos de forma neutral.
Por esta razón, los efectos positivos derivados del uso de antidepresivos, incluidos los de la fluoxetina, pueden estar incluso sobrevalorados; de la misma manera que consideran que los riesgos del consumo de determinados antidepresivos pueden ser mayores en la población real de lo que se ha observado hasta ahora en los ensayos clínicos.

De estos resultados se derivan algunas conclusiones a tener en cuenta:
  • Es de suma importancia el acceso a los datos de los estudios publicados, asi como la publicación de todos los estudios, obtengan resultados positivos o no.
  • El hecho de que en la mayoría de los países no estén disponibles los tratamientos psicológicos recomendados por su eficacia, no justifica la prescripción de los psicofármacos como única alternativa, ya que se ha demostrado que no son mejores que la ausencia de tratamiento.
Parece inexplicable que a pesar de haberse demostrado que la ecuación riesgo-beneficio del uso de antidepresivos en niños y adolescentes no compensa por su escasa eficacia y sus importantes efectos secundarios, y a pesar de las advertencias de la FDA sobre la peligrosidad de su uso, la prescripción de antidepresivos en esta población sigue aumentando de forma vertiginosa durante los últimos años (ver el artículo: La prescripción de antidepresivos a niños y adolescentes sigue aumentando a pesar de no estar recomendada).

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Infocop | 28/06/2016 4:32:00



En el año 2004 la institución estadounidense FDA (Food and Drug Administration) alertó del riesgo del aumento de conductas suicidas en niños y adolescentes tratados con antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), incluyendo una advertencia en los prospectos de estos medicamentos (black box warning). Como consecuencia de esta información, durante los dos primeros años después de hacerse pública esta información, se produjo un descenso en las prescripciones de este tipo de medicamentos a niños y adolescentes.

Si esta reducción en la prescripción de antidepresivos se mantuvo o no en el tiempo se desconocía hasta la publicación, este año 2016, de un estudio dirigido por Christian J. Bachmann (del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia de Londres; Institute of Psychiatry, Psychology & Neuroscience, King’s College London). Este trabajo, publicado en la revista European Neuropsychopharmacology, fue realizado entre los años 2005 y 2012 en cinco países: Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos, con el objetivo de evaluar las tendencias más recientes en la prescripción de antidepresivos en población joven (de 0 a 19 años).

Los datos de este estudio transversal revelan un importante incremento en el uso de antidepresivos en niños y adolescentes durante los años evaluados. Se encontró que, durante los años evaluados, la prevalencia del consumo de estos medicamentos aumentó un 26,1% en Estados Unidos, un 54,4% en Reino Unido, un 60,5% en Dinamarca, un 17,6% en Países Bajos y un 49,2% en Alemania.
Teniendo en cuenta la franja de edad, se dio un mayor incremento entre los jóvenes de 15 a 19 años en Dinamarca, Alemania y Reino Unido, y entre los de 10 a 14 años en los Países Bajos y Estados Unidos. En cuanto al tipo de antidepresivos hay un uso predominante de los ISRS, llegando a ser el antidepresivo de elección en el 81,8% de los casos en Dinamarca.

Según estos resultados queda patente que a pesar del descenso inicial en el uso de antidepresivos en niños y adolescentes que se produjo tras las advertencias de la FDA, esa tendencia no sólo no se mantuvo, sino que por el contrario se ha incrementado considerablemente su uso.

Esta tendencia ascendente del uso de antidepresivos, sigue la misma línea que otros medicamentos para niños y adolescentes, como por ejemplo los antipsicóticos o los medicamentos para el TDAH, que muestran también cada vez mayores tasas de consumo.

Según los autores de este trabajo, las razones de esta tendencia no están claras, ya que no ha habido un aumento significativo de las tasas de trastornos mentales en niños y adolescentes en los últimos años en los países evaluados, así como tampoco ha habido cambios en las recomendaciones de las guías clínicas sobre la utilización de los antidepresivos en esta población. Estos expertos  atribuyen este aumento de prescripción de antidepresivos a razones diversas como:
  • Existe alguna evidencia de un aumento del uso de los servicios de salud mental por parte de los adolescentes y niños, lo que podría indicar una falta de tratamiento en años anteriores.
  • Su amplio uso para patologías para las que no están indicados como las migrañas, los trastornos de personalidad, los trastornos del sueño, así como para los trastornos del desarrollo.
  • La preferencia por la farmacoterapia debido a la limitada disponibilidad de los servicios de psicoterapia, o debido a la creencia de que se alcanzarán los objetivos más rápidamente con los antidepresivos.
  • El aumento de la comercialización y estrategias de marketing por parte de las compañías farmacéuticas.
Lo que ha quedado patente es que a pesar de las advertencias del peligro del uso de los antidepresivos en esta población, su prescripción y la de otros psicofármacos sigue aumentando en muchos países. Estos resultados dan cuenta de la necesidad de seguir investigando y de desarrollar guías clínicas internacionales basadas en la evidencia que marquen la línea de trabajo.

Referencia:
Bachmann, C. J., Aagaard, L., Burcu, M., Glaeske, G., Kalverdijk, L. J., Petersen, I.,... Hoffmann, F. (2016). Trends and patterns of antidepressant use in children and adolescents from fivewestern countries, 2005–2012. European Neuropsychopharmacology26, 411–419.

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