Blog de Ana bastida artículos interesantes.
Fecha: Febrero 2016
Autora: Ana Mª Bastida de Miguel
Ponencia presentada en XVII Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría. Interpsiquis 2016.
1 al 29 de Febrero 2016. Psiquiatria.com. Ponencia con Nº de ticket 356680386; 20CONF1
Ponencia presentada en XVII Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría. Interpsiquis 2016.
1 al 29 de Febrero 2016. Psiquiatria.com. Ponencia con Nº de ticket 356680386; 20CONF1
Tratamiento cognitivo-conductual combinado con EMDR
en un caso de Patología Dual comórbida con Trastorno Obsesivo cargado de gran
ansiedad y pánico ante la posibilidad de matar a su propio hijo de año y medio.
Cognitive-behavioural therapy combined with EMDR in
a co-morbid Dual Pathology with Obsessive Disorder, including major anxiety and
panic with regards to the possibility of killing one’s own 18-month-old son.
Ana Mª Bastida de Miguel
Licenciada en Psicología, Máster en Psicología Clínica, Máster en Psicología de la Vejez, Máster en Dependencia y Gestión de Servicios Sociales, Psicoterapeuta por la EFPA/EuroPsy, Postgrado en Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud, Experta en Psicoterapia Breve...
bastidademiguel@disatex.net
Tratamiento
cognitivo-conductual, EMDR, Patología dual, Adicción a las drogas, Trastorno
obsesivo, Ansiedad, Comorbilidad.
Cognitive-Behavioural Therapy,
EMDR, Dual Pathology, Drug addiction, Obsessive Disorder, Anxiety, Co-morbidity.
RESUMEN
Con este trabajo se presenta
el caso de un varón de 34 años, casado y con un niño de año y medio, que sufre
patología dual comórbida con gran ansiedad y un pánico extremo ante la
posibilidad obsesiva de matar en cualquier momento, en cualquier lugar y con
cualquier objeto a su único hijo. Tras realizar un análisis funcional del
problema se decidió iniciar un plan de tratamiento basado en Técnicas
Cognitivo-Conductuales combinadas con Relajación y EMDR. El tratamiento constó
de 35 sesiones repartidas en 24 sesiones semanales, 6 sesiones de seguimiento
mensuales, 4 sesiones cada 2 meses y la última con alta definitiva 3 meses
después de la anterior visita. En todos los casos la duración de las sesiones
fue de hora y media aproximadamente. A través de los resultados, y hasta la
resolución total del caso, pudimos comprobar la gran mejoría que logramos en
todos los niveles y esto tanto a nivel personal como familiar y laboral, así
como la importancia que tuvo combinar la Terapia Cognitivo-Conductual con
Relajación y EMDR, sin olvidar la estrecha colaboración y empatía que se
produjo entre paciente, pareja del paciente y psicoterapeuta en el tratamiento
del caso. Los resultados siguen siendo positivos 5 años después de haber
recibido el alta.
ABSTRACT
This paper presents the case
of a 34-year-old male, married, with an 18-month-old child, who suffers
co-morbid Dual Pathology with major anxiety and extreme panic towards the
obsessive possibility of killing his only child at any time, in any place and
with any kind of object. After carrying out a functional analysis of the
problem, it was decided that a treatment plan should be initiated based on
Cognitive-Behavioural Techniques combined with Relaxation and EMDR. The treatment
consisted of 35 sessions divided into 24 weekly sessions, 6 monthly follow-up
sessions, 4 sessions every 2 months and a final one, where the patient was
fully discharged, 3 months after the previous visit. The sessions always lasted
approximately 90 minutes. The results achieved during treatment and until the
complete resolution of the case highlighted considerable improvement at all
levels, both personally and in terms of family and the patient’s employment, as
well as the importance of combining Cognitive-Behavioural Therapy with
Relaxation and EMDR. The close collaboration and empathy achieved between the
patient, his partner and the therapist while treating the case must also be
highlighted. The results continue to be positive, five years after the patient
was discharged.
OBJETIVOS
Describir un caso clínico de
Patología Dual donde el principal problema por el que se acude a consulta es
por un cuadro obsesivo cargado de gran ansiedad anticipatoria e incapacitante,
focalizado sobre todo en el daño que pudiera hacer a su hijo y acompañado todo
ello de múltiples patologías concomitantes con la adicción sobre todo al Speed
y a la Cocaína. La psicoterapia aplicada incluyó Terapia Cognitivo Conductual
(TCC) combinada con Relajación Muscular Progresiva de Jacobson y Estimulación
Bilateral a través de Movimientos Oculares (EMDR). Los resultados fueron
altamente positivos y mantenidos a lo largo del tiempo sin ningún tipo de
recaída.
TRATAMIENTO COGNITIVO-CONDUCTUAL
La Terapia
Cognitivo-Conductual (TCC) vincula pensamientos y conductas, recoge
aportaciones no sólo de la psicología cognitiva y conductista sino también de
distintas corrientes, todas ellas dentro de la psicología científica. Este
modelo acepta la tesis del aprendizaje del comportamiento humano e igualmente
postula que los pensamientos y creencias, así como los comportamientos, las
respuestas emocionales y fisiológicas están íntimamente interrelacionados, de
tal forma que si modificamos cualquiera de ellos afectará considerablemente a
los otros componentes. En este tipo de terapia combinamos técnicas de
reestructuración cognitiva, entrenamiento en relajación, estrategias de exposición,
enfrentamiento y afrontamiento a situaciones conflictivas, desensibilización,
biofeedback…, de tal forma que las personas que padecen diferentes problemas
van adquiriendo recursos, estrategias y habilidades que les permiten resolver
situaciones que anteriormente les incapacitaban y provocaban múltiples
problemas.
Durante el
tratamiento fuimos incorporando estrategias y recursos que permitieron
flexibilizar y modificar los esquemas disfuncionales y los pensamientos
automáticos que se desprendían de ellos. Todo el proceso se llevó a cabo de una
forma totalmente empírica, colaborativa y empática entre psicoterapeuta y
paciente. Los trastornos en los que se aplica este tipo de terapias incluyen
trastornos obsesivos compulsivos, adicciones, ansiedad, estrés, depresión,
fobias diversas, ataques de pánico, trastornos alimentarios, trastorno de
estrés pos-traumático… En nuestro caso la TCC pudo ayudar al paciente a romper
el círculo vicioso (en el que se encontraba) de respuestas fisiológicas
altamente alteradas, pensamientos obsesivos, comportamientos evitativos y
emociones negativas hasta conseguir modificar todo ello mediante alternativas
mucho más eficaces y adecuadas.
EMDR (DESENSIBILIZACIÓN Y REPROCESAMIENTO A TRAVÉS DE MOVIMIENTOS OCULARES)
Es un
abordaje psicoterapéutico cuyo método fue descubierto y desarrollado por la
Dra. Francine Shapiro en 1987. EMDR fue inicialmente desarrollado como un
tratamiento eficaz para el Trastorno de Estrés Pos-Traumático (TEPT),
posteriormente y a lo largo de los años, dada su demostrada eficacia, se ha
ampliado a multitud de patologías.
Consiste en
usar la estimulación bilateral a través del movimiento ocular para desencadenar
la desensibilización de pensamientos perturbadores y el reprocesamiento de las
situaciones traumáticas hasta conseguir su total desaparición así como la
sintomatología disfuncional que las acompaña. Es una técnica científicamente
demostrada como muy eficaz, rápida, muy potente y estable.
Actualmente recomendada
por las Guías de Práctica Clínica en países como EE.UU. Inglaterra, Irlanda e
Israel así como por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como
intervención imprescindible en tratamientos relacionados con TEPT debido a
participaciones en diversas guerras, siniestros, accidentes traumáticos,
víctimas de terrorismo, abusos sexuales, catástrofes, fobias…, y esto tanto en
población infantil como adulta. Aunque esta técnica también utiliza
estimulación auditiva y táctil para conseguir un correcto reprocesamiento de la
información y su posterior adaptación funcional, en este caso nos limitamos a
trabajar fundamentalmente con Movimientos Oculares dado que desde el primer
momento que iniciamos el tratamiento obtuvimos muy buenos resultados. Podemos decir
que “EMDR” es una forma de ayudar a la mente a recuperarse y si además la
combinamos con Terapia Cognitivo-Conductual los resultados son mucho mejores,
mucho más estables y mucho más duraderos.
PATOLOGÍA DUAL
Entendemos
por Patología Dual la coexistencia, en un mismo paciente, de un trastorno
psiquiátrico asociado al uso-abuso de sustancias psicoactivas (tanto las
integradas en nuestra cultura como el tabaco, el café, el alcohol, los
analgésicos… o las no integradas como el cannabis, la cocaína, las anfetaminas,
el speed…). También estarían incluidas en esta patología las adicciones
comportamentales como la ludopatía.
En cuanto a
los trastornos mentales o psiquiátricos asociados estarían incluidos los
trastornos obsesivos, ansiedad, estrés, depresión, esquizofrenia, fobias…
Actualmente
podemos decir que una gran mayoría de drogodependientes padece, además de la
adicción, un serio trastorno mental asociado que les incapacita para llevar a
cabo una vida normal.
ADICCIÓN A LAS DROGAS
La adicción a
las drogas conlleva un gran impulso a consumirlas de una forma totalmente
compulsiva. A las personas dependientes les resulta muy difícil controlar el
consumo a pesar de las múltiples consecuencias negativas que se derivan de
ello, llegando incluso a provocar la propia muerte o la muerte de los demás. A
la larga el poder que ejerce la droga en el consumidor es devastador,
destruyendo no sólo la vida del consumidor sino también de todo cuanto le
rodea. La adicción cambia el cerebro de la persona consumidora de forma
invasiva y devastadora, contribuyendo con ello a unos cuadros que en su mayoría
terminan provocando serios y muy graves problemas a todos los niveles, tanto
personales como laborales, familiares o interpersonales.
Trastorno obsesivo:
Es un
trastorno caracterizado por pensamientos intrusivos, sentimientos e ideas
irracionales recurrentes y persistentes que producen gran inquietud, gran
malestar, gran temor cargado de pánico…, generalmente combinado todo ello con
comportamientos repetitivos y evitativos cuya finalidad es reducir la gran
ansiedad generada y asociada al trastorno. El sufrimiento que padecen las
personas que padecen estas obsesiones es tal que les incapacita para llevar una
vida normal.
ANSIEDAD
La ansiedad
la encontramos tanto en el cuadro adictivo como en el cuadro obsesivo. Es una
respuesta o conjunto de respuestas que incluyen: aspectos subjetivos o
cognitivos de carácter displacentero, aspectos emocionales o fisiológicos
caracterizados por un alto grado de activación del sistema nervioso, aspectos
comportamentales o motores que suelen implicar comportamientos poco ajustados a
la realidad y escasamente adaptativos. Generalmente las personas que presentan
cuadros ansiógenos están más o menos incapacitadas para dar respuestas
racionales resolutivas, adecuadas y adaptadas a las necesidades del problema o
situaciones que demandan una respuesta racional y lógica, por muy simple o
sencilla que pueda ser la demanda objetiva.
COMORBILIDAD
La
comorbilidad es un término acuñado por A.R. Feinstein en 1970 y utilizado para
describir dos o más trastornos o enfermedades que se dan en una misma persona.
Pueden darse al mismo tiempo o uno después del otro pero dada la interacción
entre las patologías puede empeorar el pronóstico y la evolución de las mismas.
CASO CLÍNICO
Se trata de
un varón de 34 años (a partir de ahora Pepe), casado y con un niño de año y
medio. En Marzo de 2009, Pepe acompañado de su esposa (a partir de ahora María
y madre del niño) pide ayuda. Según comunican en la primera entrevista, la
angustia y el malestar emocional que sufre Pepe es tan grande que las
discusiones familiares y agresiones verbales, tanto hacia su esposa como hacia
su propia madre y hermana, llegan a tales extremos que Pepe ha determinado
marcharse de casa por miedo a causarles algún daño irreversible.
Según
comentan ambos, han acudido al médico de cabecera y éste le ha prescrito ansiolíticos
sin apenas hacerle caso porque, según ellos, el médico ha pensado que venía a
pedir la baja. Pepe se niega a tomar ansiolíticos por lo que ni siquiera llegó
a comprarlos.
En ningún
momento le preguntaron si consumía drogas. Al preguntarle por ello, explica que
al principio y desde hace 6 ó 7 años, consumía ocasionalmente Cocaína o Speed
en comidas o en cenas con amigos, en Navidades, algún fin de semana…, pero
últimamente cada 3 horas y lo hace tanto trabajando como en casa o allí donde
estuviera, e indistintamente una droga u otra en función de lo que pudiera
conseguir. Según comenta “en fines de semana puede llegar a beber hasta 17
cervezas y algún que otro cubata (según sus propias palabras)”, es el único recursos
que tiene en estos momentos para evadirse de la situación por la que atraviesa.
Aparte de los
problemas familiares y de pareja su mayor preocupación es la obsesión que tiene
por la posibilidad de matar a su hijo. Si ve un cuchillo o cualquier objeto
punzante inmediatamente se ve a sí mismo clavándoselo al niño, si se asoma a la
ventana o al balcón de su casa o de cualquier otro lugar o altura,
inmediatamente le viene a la mente la posibilidad de tirarlo y matarlo, si lo
lleva de paseo lo primero que piensa “Y SI LO MATO”, ha llegado a sentir tal
pánico que evita por todos los medios estar cerca de su hijo pues todo lo que
ve a su alrededor lo identifica como una posibilidad de matar al niño.
Entre otras
preocupaciones, está obsesionado por si ha cerrado o no las puertas de casa,
del coche o del trabajo (tiene que comprobarlo varias veces y aún así no se
queda tranquilo pues la duda permanece). Lo pasa fatal cada vez que se cruza
con cualquier persona mientras va por la calle, aunque no la conozca, pues está
obsesionado con que le miran y totalmente convencido de que cualquiera que lo
ve se da cuenta de las ideas que se le cruzan constantemente por la cabeza, lo
que le lleva a responder, en ocasiones, de forma muy agresiva hacia personas
que ni siquiera saben a qué se debe este comportamiento tan fuera de lugar.
Tanto Pepe
como María lo están pasando muy mal dado que el miedo, la ansiedad y el estrés
al que están sometidos les mantiene aterrorizados, han llegado a pensar en
separarse por considerar que puede ser lo mejor para ambos y para el niño. En
el momento en el que acuden a consulta Pepe vive fuera de casa desde hace 2
meses, en una pequeña casilla que tienen en el campo.
Según María, Pepe era una
persona muy trabajadora, muy responsable en su trabajo, muy amante de su
familia y sobre todo del niño. Las relaciones de pareja siempre han sido muy
buenas a pesar de que últimamente los problemas y las discusiones son continuos
por la agresividad que él manifiesta. Ella está dispuesta a hacer todo lo que
sea necesario para recuperar a la persona de la que se enamoró, a la que sigue
queriendo y sobre todo al padre de su hijo. Cuando se le pregunta a él qué es
lo que está dispuesto a hacer para superar el problema, expresa lo mismo que su
esposa. A partir de ahí nos planteamos, tras aportar psicoinformación tanto verbal
como a través de la lectura de diferentes artículos que puedan resultarles
útiles, iniciar la psicoterapia.
DESCRIPCIÓN DEL CASO
Breve
historia personal: Con una hermana mayor que él, también casada y con dos
niños, padre fallecido tres años antes por problemas relacionados con el
alcohol. Las disputas familiares, mientras su padre estuvo vivo, eran
continuas, raro era el día que el padre no se presentaba en casa con varias
copas de más, él en algún momento culpaba a la madre por no estar más con el
padre y permitirle que se fuera con los amigos. Posteriormente, esto que antes
lo consideraba como real, lo desmiente y termina valorando a su madre como una
mujer que no podía hacer otra cosa que ocuparse lo mejor que podía de sus
hijos, dado que el padre apenas les dedicaba tiempo, ya que pocas veces estaba
en casa.
Con
su esposa la relación siempre ha sido muy buena, una esposa muy implicada en la
vida familiar, muy trabajadora pero sobre todo muy comprensiva y muy afectiva.
Desde el primer momento ha estado a su lado tanto cuando eran novios, y tenían
el problema con el padre de Pepe, como después de casados cuando surgió su
propio problema.
Debido
al consumo de drogas las relaciones familiares comenzaron a deteriorarse. Tanto
la madre de Pepe como la hermana de éste, se pusieron de parte de la esposa y
en contra del hijo y hermano, algo que aún le irritaba más y aún generaba mayor
agresividad hacia todos ellos.
Infancia
y adolescencia normal, excepto los episodios que el padre provocaba cuando
volvía a casa borracho.
El
consumo de drogas en un principio era muy esporádico pero últimamente cada 3
horas (la primera raya se la podía meter a las 6 de la mañana, en función de
cuándo se levantara por motivos laborales) y como único recurso para liberarse
de la obsesión focalizada en el niño y que le tenía totalmente atormentado.
Según comenta se ha dicho en muchas ocasiones “no voy a consumir ni voy a beber
más” pero al final siempre volvía al consumo y cada vez con más fuerza.
EVALUACIÓN DEL CASO
La evaluación
inicial del problema consistió en una entrevista abierta, con posteriores
autoinformes y autorregistros, cuya finalidad era obtener toda la información
necesaria para establecer un análisis funcional lo más amplio posible y que nos
ayudara a identificar y a sintetizar el problema. Durante las tres primeras
sesiones recabamos información sobre sus preocupaciones principales tanto las
relacionadas con la posibilidad de matar al niño como con los problemas
surgidos en el ámbito familiar, laboral e interpersonal, sobre todo debido al
consumo de drogas y a su propio estado ansiógeno.
Se le tomaron
medidas electromiográficas (EMG), cuyos valores iniciales fueron extremadamente
altos (120mµ-160mµ) y mucho más cuando pensaba en la posibilidad de clavar un
cuchillo, cualquier otro objeto o la posibilidad de hacer daño al niño, en esta
situación podía elevarse a 200mµ-240 mµ. Las medidas electromiográficas nos
aportaron Biofeedback el cual nos sirvió de gran ayuda conforme iba aprendiendo
a relajar, a enfrentar el problema y sobre todo nos vino muy bien para llevar a
cabo la estimulación bilateral (EMDR). Conforme fuimos avanzando con la
psicoterapia los valores fueron normalizándose hasta terminar en 8-10-11mµ,
conforme nos acercábamos al alta.
Se le pasó el Test de Ansiedad de Hamilton,
Test de Sintomatología Física - Cognitiva y Conductual, sobre todo para
ayudarle a identificar las primeras señales ansiógenas y poder controlarlas
desde su inicio, tanto con relajación como con autoinstrucciones. Obtuvimos
valores muy alterados al principio y muy controlados al finalizar las sesiones.
Para que le sirviera de apoyo y le ayudara a conseguir el
consumo “0” y sobre todo para reforzar su percepción de control, se practicaron
análisis de orina mediante el Test de Drogas Multipantalla para la detección
cualitativa de las siguientes drogas:
1)
Anfetamina (AMP) D-Amphtamine 1.000ng/mL
2)
Barbitúricos (BAR) Secobarbital 300ng/mL
3)
Benzodiazepinas (BZO) Oxazepam 300ng/mL
4)
Cocaína (COC) Benzoylecgonine 300ng/mL
5)
Marihuana (THC) 11-norA9-THC-9 COOH 50ng/mL
6)
Metadona (MTD) Methadone 300ng/mL
7)
Mezamfetamina (MET) D_Methamphetamine 1.000ng/mL
8)
Mezilenodioxymezamfetaminas DL
Methylenedioxymethamphetamine 500ng/mL
9)
Morfina (MOP300) Morphine 300ng/mL
10) Opiáceos
(OPI 2000) Morphine 2.000ng/mL
11) Fenciclidina
(PCP) Phencyclidine 2.000ng/mL
12) Antidepresivo
Triciclicos(TCA) Nortryptilyne 1.000ng/mL
Los análisis los realizábamos una vez por semana hasta que
dio definitivamente “Cero Consumo”, 2 meses después de iniciada la
psicoterapia.
Tanto los autoinformes como los autorregistros realizados
semanalmente (tanto por el paciente como por la esposa) y la estimulación
bilateral nos iban indicando la evolución del caso.
Sesiones 1 a 5
Ya en la primera
sesión se le inició en técnicas de relajación a través de la Respiración
Torácica y Diafragmática. Igualmente y dada la ansiedad y el pánico tan intenso
que mostraba se le explicó cómo trabajar la Relajación Muscular Progresiva de
Jacobson, además de aportarle documentación relacionada con relajación,
ansiedad, adicciones, TOC, Técnicas Psicoterapéuticas…
Se le aportó
también información sobre EMDR y el rol que podía jugar en la resolución del
problema y en el aporte que podía proporcionar para generar beneficios
potenciales que permitieran incrementar su empoderamiento e instalar recursos
que facilitaran la exposición, el enfrentamiento, la desensibilización y la
resolución, evaluando a la vez cualquier perturbación que pudiera presentarse o
cualquier sensación positiva aparecida durante la exposición inducida a través
de la imaginación y, todo ello, conforme practicábamos Estimulación Bilateral a
través de los Movimientos Oculares (la iniciamos a partir de la 5ª sesión).
Realizábamos tandas compuestas por 40-50 pases de movimientos oculares
mantenidos en función de los valores electromiográficos y las sensaciones
percibidas tanto por el paciente como por las observadas por la psicoterapeuta.
Un pase equivale al seguimiento completo realizado de izquierda-derecha,
siguiendo el movimiento de mis dedos.
Cortábamos la
estimulación bilateral en función de las sensaciones o de los procesamientos
que se iban produciendo, lo valorábamos y lo trabajábamos para generar
expectativas de resolución y para aportar el máximo refuerzo y la máxima
motivación hacia el objetivo (poder acercarse al niño sin miedos, poder
abrazarlo, poder darle de comer, poder recogerlo en la guardería, poder
mantener un cuchillo en sus manos o cualquier otro objeto punzante estando o no
el niño presente, poder asomarse a la ventana, balcón o terraza con o sin el
niño, poder conducir llevando al niño en el coche, abandonar el consumo de
drogas…)
Igualmente trabajábamos con autorregistros encaminados a identificar los
tres sistemas de respuestas (Cognitiva, Fisiológica/Emocional y Motora), cómo
se interrelacionaban entre sí y qué hacer para intentar modificar cualquiera de
ellas y poder así influir en las demás.
El test multipantalla para detectar el posible consumo lo
pasamos, al principio, 1 vez por semana (durante las 4 primeras semanas, de
cara a fortalecer su decisión de consumo “0”), después cada 15 días (en 2
ocasiones) y en cuanto nos dio limpio ya no fue necesario pues tenía muy claro
que merecían la pena los avances que estaba logrando y no quería, por nada del
mundo, retroceder. Desde el inicio de la psicoterapia y tras mucha motivación y
generación de expectativas resolutivas, por parte de la psicoterapeuta, su
objetivo fundamental fue luchar por superar su problema con todo lo que estuviera
a su alcance.
Sesiones posteriores
Fue a partir
de la 5ª sesión cuando comenzamos a trabajar la intencionalidad a la exposición
y al enfrentamiento, acompañado de relajación y visualización de los objetos
temidos mientras hacíamos diana en todo ello mediante EMDR: “Parto con el
cuchillo una naranja y me la como”. “Parto jamón y me lo como” “Cojo el tenedor
y me visualizo dando de comer a mi hijo o comiendo yo mismo” ”Me veo en la
ventana enseñando a mi hijo las personas y los coches que pasan por la calle”
”Me veo en mi bicicleta transportando a mi hijo conmigo y a mi esposa
acompañándonos en la suya” “Me veo disfrutando de la naturaleza y de lo que va
sucediendo a nuestro alrededor” “Visualizo a mi hijo jugando conmigo” “A mi
hijo saliendo de la guardería y viniendo hacia mí para abrazarme” “Me veo
abrazando a mi hijo y a mi esposa sonriendo por lo que nos ve hacer juntos” “Me
veo diciendo NO, NO y NO a las drogas, por encima de todo está mi familia” “Me
veo valorando cómo se encuentran los que siguen consumiendo y la gran
diferencia que ahora detecto entre ellos y yo mismo” “Veo cómo se comportan
ellos y me doy cuenta, claramente, que es exactamente lo mismo que hacía yo
cuando estaba en sus mismas condiciones”…
Trabajábamos
todas aquellas dianas que iban surgiendo conforme realizábamos la estimulación
bilateral o bien incidíamos en las situaciones que habían surgido durante la
semana y que él traía anotadas en base a los tres sistemas de respuestas. Todas
las instalaciones y todas las dianas que manejábamos eran sobre todo positivas
y resolutivas, tan sólo si surgía alguna perturbación emocional se trabajaba
con ella hasta que la cognición resultaba totalmente positiva y resuelta.
Toda la
estimulación bilateral se realizaba bajo estricta relajación, comprobada y
medida mediante Electromiograma LE129 Profesional MIOBACK EMG, double Channel,
Letica-Scientific Instruments (EMG) (valores entre 12-10-8mµ y en ocasiones
inferiores) a la vez que nos servía de biofeedback (algo que desde el primer
momento le encantó pues le permitía percibir control y estabilidad).
Utilizábamos todo ello para motivarle hacia la exposición, hacia el
enfrentamiento y hacia la reestructuración cognitiva, reforzando continuamente
pequeñas ideas orientadas siempre hacia la resolución del problema. La esposa
se encontraba en todo momento presente lo que posteriormente fue de gran ayuda,
dado que ella seguía siendo el elemento reforzante y motivante fuera de la
consulta.
Mediante EMDR
y durante las instalaciones positivas de exposición, enfrentamiento y
resolución, se le pedía que intentara detallar todas y cada una de las
situaciones que manejábamos, destacando tanto los recursos usados para
enfrentar el problema como las emociones y cogniciones que pudiera experimentar
tanto con su hijo como con su esposa, en su trabajo, con su madre o hermana,
con los amigos, en la calle… (allí donde mayores problemas tenía).
Ya en la 7ª
sesión comenzamos a experimentar grandes avances. Vino muy contento porque en
su casa había cogido el cuchillo más grande que tenían y había partido una
cebolla en trocitos. En cuanto surgía una obsesión la desmontaba, le daba una
explicación racional, alternativa y lógica, centrada exclusivamente en la
realidad objetiva.
Comentarios
como éstos son los que Pepe transmitía tanto verbalmente como a través de los
autorregistros: “Le dije a mi mujer,
dame el cuchillo más grande que voy a partir una cebolla y vamos a preparar el
puré a nuestro chiquillo”. Al principio pensé “Y si se lo clavo” pero
rápidamente me dije “Cómo se lo voy a clavar si es lo que más quiero en este
mundo” “El cuchillo es un utensilio que sirve para partir fruta, cebollas,
patatas, jamón… pero no para hacer daño a mi hijo”. A partir de ahí decidí
coger intencionadamente el cuchillo más grande, apretarlo con fuerza y cortar
con él todo lo que fuera necesario para ayudar a mi esposa a hacer la comida o
lo que fuera.
Cada vez que
hacía algo, que antes no me atrevía, me decía “Lo que haga intencionadamente lo
puedo controlar” “Yo decido qué hacer, cómo, cuándo y dónde” “Me obligo a no
evitar, a enfrentar cualquier situación en la que pudiera surgir alguna duda”
“Abro el cajón de los cubiertos, la caja de herramientas, me asomo a la ventana
y al balcón, monto a mi hijo conmigo en la bicicleta o en el coche, voy a la
guardería a recoger a mi hijo cuando mi esposa no puede”...
“Cada vez que
se presente una obsesión la voy a desmontar y le voy a dar otra explicación
alternativa y racional” “Voy a intentar provocar intencionadamente las
obsesiones y me voy a demostrar que las puedo debatir, contra-argumentar,
desmontar y controlar” “Todo lo que provoque intencionadamente lo puedo
controlar…
Todo esto lo
trabajábamos en la consulta, dábamos explicaciones racionales y adecuadas a las
necesidades y posteriormente lo reforzábamos con Estimulación Bilateral a
través de Movimientos Oculares. Cada vez que le venía algo a la cabeza lo
intentaba desmontar sin evitaciones, lo anotaba en el autorregistro y
posteriormente lo trabajábamos en la consulta o lo trabajaba él mismo de forma
intencionada hasta comprobar que podía desmontarlo.
Cada vez que
intentaba algo, primero relajaba y después se explicaba el porqué y para qué lo
hacía, se aportaba explicaciones resolutivas, se visualizaba a sí mismo
haciendo la estimulación bilateral como si realmente se estuviera llevando a
cabo y al final comprobaba que era capaz de hacer todo lo que antes evitaba por
miedo a que pudiera convertirse en realidad. La satisfacción era tan grande,
según me comentaban ambos (Pepe y María) que eso le ayudaba y le motivaba para
seguir intentándolo. Cada vez percibía mayor percepción de control, más orgullo
por lo realizado y mayor satisfacción personal. Cuando posteriormente me lo
contaba se le veía disfrutar con ello, con todo el orgullo que supone lo bien
hecho y lo bien trabajado mediante mucho esfuerzo y mucha constancia.
Pasó de evitar
y estar aterrorizado a proponerse objetivos para llevar a cabo y conseguir las
metas que se proponía. Desde que se levantaba hasta que se acostaba no dejaba
de plantearse retos a los que enfrentar y superar tras repetirse la frase “Esto
va por mi hijo y por mi esposa”.
Poco a poco
fue perdiendo el miedo y ganando seguridad. En algunas ocasiones aparecían
dudas sobre si podría o no lograrlo, pero esto nos servía para recordarle que
debía utilizar la relajación, las expectativas de resolución y las
autoinstrucciones como elementos necesarios para recuperar por un lado la
normalidad fisiológica y por otro para generar los recursos necesarios en las
mejores condiciones orgánicas y psicológicas.
Estas dudas
nos servían también para trabajarlas en la consulta y transmitirle la fuerza
necesaria para luchar por él, por su familia y por su vida, para manejar las
autoinstrucciones que le ayudaran a odiar las drogas, a culparlas por lo que le
estaba sucediendo, a culparlas por ser las responsables de haber podido matar a
su hijo, a su esposa o a cualquiera que se le enfrentara o él así lo creyera...
También le ayudaba el hecho de fijarse en chavales que estaban mal por culpa de
las drogas y que le recordaban continuamente cómo se encontraba él mientras las
consumía, cosa que antes le pasaba desapercibido, y sobre todo valorar el
cambio tan grande que él comenzaba a sentir y experimentar.
A partir de
la 12ª sesión introdujimos la posibilidad de que él mismo realizara
autoestimulación bilateral. Partiendo de dos puntos fijos debía mover sus ojos,
de derecha a izquierda (esto lo hicimos así simplemente porque se sentía más
cómodo partiendo desde la derecha), viéndose a sí mismo controlando sin miedo,
llevando a cabo todo aquello que pudiera generarle inseguridad y sobre todo
planteándose el “Puedo hacerlo sin miedo” “Quiero a mi hijo por encima de todo”
“Mi hijo lo vale” “Nada me va a impedir querer a mi hijo y estar con él”
“Quiero a mi esposa y a mi hijo y juntos vamos a conseguir que este mal sueño
pase a la historia”… La autoestimulación se realizaba en cuanto algo irracional
cruzaba por su cabeza y la finalidad era desmontarlo, debatirlo y procesarlo de
forma racional, resolutiva y adaptativa hasta eliminar la disfunción emocional
que pudiera darse y permitir el que pudieran generarse pensamientos y
comportamientos adecuados, tanto en el momento en los que se producían como los
orientados hacia el futuro (previamente habíamos ensayado en la consulta cómo
hacerlo).
Partíamos del
supuesto de que si a Francine Shapiro en 1987 los movimientos oculares le
habían funcionado por casualidad, mientras paseaba por el parque en la ciudad
de Los Gatos (California) y había conseguido reducir la intensidad de los
pensamientos perturbadores hasta que éstos perdían la carga negativa asociada a
los mismos, también Pepe podía conseguirlo.
La
experiencia fue muy positiva, según comentaba Pepe lo que antes le resultaba
insoportable e impensable poco a poco fue pasando a la historia, él lo
describía como algo que ya no le generaba pánico, cada vez que surgía alguna
idea extraña o destructiva la desmontaba rápidamente a nivel cognitivo,
elaboraba nuevas cogniciones, las reforzaba con EMDR y las llevaba a la
práctica.
Su frases
favoritas eran las siguientes: “Prohibida la evitación” “Mi hijo está por
encima de todo” “Mi hijo para mí es lo más importante” “Las mentiras obsesivas
sobran” “Las drogas sobran” “Nada me va a impedir disfrutar de lo que más
quiero” “Mi esposa y mi hijo son mis objetivos” “Puedo hacerlo y lo voy a
conseguir” “Mi cerebro necesita oxígeno así que a respirar y a relajar cuantas
más veces mejor” “Si otros lo han conseguido yo también”...
Todas las
cogniciones que se presentaban se trabajaban primero a nivel cognitivo (estando
lo más relajado posible y tantas veces fuera necesario) después se instalaban
mediante EMDR tanto en la consulta como en su casa o allí donde él lo
considerara necesario.
Seguimiento
El
seguimiento lo iniciamos a partir de la sesión 24. Comenzó a sentir gran
percepción de control hacia la sesión 18, manifestaba estar impresionado por lo
bien que desmontaba cualquier intento que él provocara para generar dudas o
ideas absurdas. Cada vez que acudía a la consulta venía con mayor percepción de
control, más orgulloso y más impresionado por lo bien que controlaba y se
encontraba. Las cogniciones negativas las desmontaba con gran facilidad, era
consciente de la reestructuración cognitiva que estaba logrando y lo que podía
seguir consiguiendo, tampoco tenía ninguna duda de poder continuar solo, aún
así seguimos viéndonos 1 vez al mes (6 veces) y después cada 2 meses (4 veces)
hasta el alta definitiva 3 meses después de la última visita. En ningún momento
se produjo ninguna recaída, tanto María como Pepe estaban muy unidos y muy
orgullosos pues los dos habían participado con mucho entusiasmo en la
resolución del caso.
El
procesamiento de la información mediante instalaciones positivas y resolutivas
ayudó no sólo a procesar correctamente la información más adecuada sino también
a mantener los mecanismos neurológicos que permitían procesar respuestas
racionales, archivarlas y volver a utilizarlas cuando la situación lo requería.
Según Pepe
ahora deseaba enfrentarse a todas las dudas que pudieran surgir porque se daba
cuenta que las resolvía con mucha facilidad, ya no surgían pensamientos negativos
sino todo lo contrario, le parecía imposible que pudiera ocurrirle lo que en un
principio le mantenía aterrorizado. Ahora percibía seguridad, tenía claro qué
deseaba realizar y con quién, ya no había distorsiones ni bloqueos, había
desaparecido ese pánico y esa carga negativa que tanto le impedía acercarse a
las personas que tanto quería.
Su
agresividad había desaparecido, tanto Pepe como María coincidían en que ahora
se podía hablar con él, ya no se molestaba como antes por tonterías, ya no
estaba pendiente de si le miraban o no le miraban, de si le juzgaban o no,
estaba mucho más alegre y volvía a ser la persona de la que María se había
enamorado.
RESULTADOS
Basándonos en
los resultados de nuestro caso, ponemos de manifiesto la importancia que ha jugado
la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) combinada con la aplicación de Relajación
y EMDR (Desensibilización y
Reprocesamiento por Movimientos Oculares).
Aspectos
como: psicoinformación, autovaloración, generación de altas expectativas
orientadas hacia la superación del problema, alta motivación orientada al
cambio, exposición, enfrentamiento, resolución de los problemas que podían ir
surgiendo, apoyado todo ello con gran refuerzo verbal aplicado ante cualquier
progreso por mínimo que fuera (tanto por parte de la psicoterapeuta como por su
esposa o él mismo) incluyendo, sin lugar a dudas, la gran empatía establecida,
entre ambos y la psicoterapeuta, nos permitió resolver un problema cargado de
gran pánico y ansiedad ante la falta de control percibida por el paciente.
El consumo de
drogas lo cortó desde el primer día que acudió a la consulta y tras recibir una
amplia información relacionada con los efectos, tanto a corto como a largo
plazo y tanto en su vida personal como familiar, laboral e interpersonal.
Realizamos seguimiento mediante análisis de orina y tras 2 meses de tratamiento
pasó a quedar totalmente limpio, dando la analítica realizada “Consumo Cero”.
El
tratamiento llevado a cabo ha obtenido un alto grado de eficacia, tal y como
muestran los resultados mantenidos 5 años después de haber recibido el alta.
Cabe destacar
tanto la actitud del paciente como la de su esposa durante todo el tratamiento,
en ambos casos la implicación fue total, las tareas que se les pedían las
realizaban tantas veces se diera la situación y ante estimulaciones diversas.
La relajación tanto a través de la respiración como de la tensión/relajación
muscular, provocada intencionadamente, les fascinó a ambos pues les resultaba
muy gratificante comprobar, sobre todo a Pepe, que podían enfrentar situaciones
que antes le resultaba totalmente imposible.
CONCLUSIONES
A partir de
los resultados obtenidos podemos concluir, sin lugar a dudas, que la Terapia
Cognitivo Conductual combinada con EMDR, Relajación y Biofeedback han jugado un
papel fundamental en la resolución de este caso. Igualmente considero elementos
obligados, imprescindibles y fundamentales en cualquier psicoterapia: la
psicoinformación, las expectativas generadas hacia la resolución del problema,
la motivación orientada a lograr objetivos, las autoinstrucciones, el refuerzo
ante pequeños avances, el enfrentamiento y la no evitación, la empatía surgida
entre paciente y psicoterapeuta, sin olvidar la estrecha colaboración surgida a
lo largo de toda la terapia del entorno familiar más inmediato (sobre todo la
esposa) quien aportó el apoyo suficiente como para luchar juntos ante un
problema que se planteaba tan dramático y donde el miedo a lo que pudiera
suceder cobraba tanta fuerza que incapacitaba a esta persona para, ni siquiera,
poder mirar a su chiquillo. Por ello, además de lo comentado, podemos concluir
que tanto la TCC como la terapia basada en EMDR son elementos que nunca deben
faltar en cualquier psicoterapia llevada a cabo.
En cualquier
caso y a pesar de que algunos de los datos aportados por este trabajo son
coincidentes con los aportados con otras investigaciones llevadas a cabo, no
podemos olvidar que están basados en un estudio de caso único, lo que dificulta
la generalización de los resultados, pero que en cualquier caso nos pueden
servir de gran ayuda a la hora de diseñar un plan de intervención
psicoterapéutica, siempre adaptado a cada persona y a cada patología, sin
olvidar nunca que la motivación, el esfuerzo, el trabajo y la constancia juegan
un papel fundamental en cualquier trabajo psicoterapéutico, cuya finalidad será
siempre resolver el caso de la mejor manera posible y contribuir con ello a
eliminar, si fuera posible, el gran sufrimiento de las personas que buscan
nuestra ayuda.
BIBLIOGRAFÍA
1)
Ad de Jongh. Ph. D. (2006): Aplicación de EMDR
en el tratamiento de fobias. Estambul. www.emdr-es.org/articulos/FOBIAS-ESTAMBUL-2006.pdf
2)
Avia, M.D. (1990):Técnicas cognitivas y de autocontrol en J. Mayor y E.J. Labrador (eds.). Manual de Técnicas de Modificación de
Conducta. págs. 330-360. Madrid. Alhambra.
3) Ballesteros, S. (1994):
Psicología
General II. Un enfoque Cognitivo. Madrid:
Editorial Universitas S.A.
4) Bastida de
Miguel, Ana Mª (2009): Tratamiento cognitivo-conductual en un caso
de trastorno obsesivo-compulsivo. 10º Congreso Virtual de Psiquiatría.
Interpsiquis 2009. Disponible en: http://www.psiquiatria.com/articulos/ansiedad/trobsesivo/38794/
5) Bastida de
Miguel, Ana Mª (2010): Si las drogas hablaran qué nos dirían “Mi
lado bueno de la droga-mi lado malo, elige con cuál te quedas”. http://www.lasdrogas.info/index.php?op=InfoOpinion&idOpinion=294
6) Bastida de
Miguel, Ana Mª (2011): Estrés, ansiedad, recopilación de síntomas y
alternativas psicoterapéuticas. https://www.psicologia-online.com/estres-ansiedad-recopilacion-de-sintomas-y-alternativas-psicoterapeuticas-2371.html
7) Bastida de
Miguel, Ana Mª (2011): Aprender a relajar es invertir en salud:
Programa para su aprendizaje y puesta en práctica. https://www.psicologia-online.com/entrenamiento-en-relajacion-aplicada-2416.html
8) Botella, C.
(2001): Tratamientos psicológicos eficaces para el trastorno de pánico.
Psicothema, 13, 465-478.
9) Botella, C.
y Ballester, R. (1997): Trastorno de pánico: Evaluación y tratamiento.
Barcelona: Martínez Roca. Fob Esp - 65
10) Botella, C. y Robert, C. (1.995): El
trastorno Obsesivo-Compulsivo. En: Belloch, Sandín y Ramos. Manual de
Psicopatología. Vol. II. Madrid:
McGraw-Hill Interamericana
11)
Cano Vindel, A. (2000): Técnicas
Cognitivas de reducción de ansiedad. Dpto. de Psicología básica (procesos
cognitivos). Master en Intervención en la
Ansiedad y el Estrés. Facultad de Psicología. Universidad Complutense de
Madrid.
12)
Caro Gabalda I. (2007): Manual
teórico-práctico de Psicoterapias Cognitivas; Bilbao: Desclée de Brouwer.
13)
Cazabat, E. H.: EMDR (2004): Principios
básicos y estado actual de este novedoso método terapéutico. 5º Congreso
Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis 2004. Disponible en:
http://www.interpsiquis.com
14)
CIE-10 Clasificación Estadística Internacional de
Enfermedades y problemas relacionados con la salud. OMS.
15)
Cruzado, J.A. (1998): Trastorno
Obsesivo-Compulsivo. En: Vallejo, M. A. Manual de Terapia de Conducta.
Madrid, Editorial Dykinson-Psicología.
16)
De la Gándara Martín J. J., García Moja L.C. (2000): Vademécum de
psicoterapias, vol 1. Técnicas de terapia de conducta y técnicas de relajación;
Madrid: Ed. Luzan, S.A.
17)
DSM- IV-TR. (2002): Manual diagnóstico y estadístico
de los trastornos mentales Barcelona: Masson.
18)
Echeburúa, E. y Corral, P.(1991).Tratamiento
psicológico de los trastornos de ansiedad. En G. Buela y V. Caballo (eds.): Psicología
clínica aplicada. Madrid, Siglo XXI.
19)
Ellis A, Grieger R. (1989): Manual
de Terapia Racional Emotiva.
Vols. 1 y 2. Desclée de
Brouwer, Bilbao.
20)
Fernández JJ, Gutiérrez E, Marina PA (2002): Actuaciones
clínicas en trastornos adictivos. Barcelona: Aula Médica Ediciones; p.
421-73.
21)
Fernández Liria A, Rodríguez Vega B. (2001): La práctica de
la psicoterapia; Bilbao: Desclée.
22)
Fernández-Miranda J. J. (2002): Trastornos de
personalidad y adicción: relaciones etiológicas y consecuencias terapéuticas.
Anales de Psiquiatría; 18: 421-427
23)
Foa, E. B. y Wilson, R. (2001): Venza sus
obsesiones. Barcelona: Robin Book.
24)
Gavino, A.
(1997): Técnicas de terapia de conducta.
Madrid: Martínez Roca.
25)
González, A; Mosquera, D; Knipe, J & Leeds, A
(2012): En González, A. &
Mosquera, D. EMDR y Disociación: El
abordaje progresivo. Ed Pléyades. Madrid.
26)
J. Vallejo Ruiloba (1987): Estados
obsesivos. Barcelona. Salvat.
27)
Labrador, F. J., Cruzado, J.A. y Muñoz, M. (1998): Manual de
Técnicas de Modificación y Terapia de Conducta. Madrid: Editorial Pirámide.
28)
Labrador, F. J., Echeburúa, E. & Becoña, E.
(2000): Guía para la elección de tratamientos psicológicos eficaces. Hacia una
nueva psicología clínica. Madrid: Dykinson.
29)
Lazarus, R.S. y Folkman, S. (1986). El concepto
de afrontamiento. En estrés y procesos cognitivos (pp. 141-163). Barcelona: Martínez Roca.
30)
Lega, L.I., Caballo, V.E. & Ellis, A. (1997).
Teoría y práctica de la terapia racional emotivo-conductual. Madrid: Siglo XXI.
31)
López Fernández, J. A.: EMDR (2012): ¿Por qué no lo
están aplicando todos los profesionales? 13º Congreso Virtual de
Psiquiatria.com. Interpsiquis 2012. Disponible en: www.interpsiquis.com
32)
Uri Bergmann (2008): Neurobiología
del EMDR: La exploración del tálamo y la integración neural. Journal of
EMDR Practice and Research, Volume 2, Number 4, 2008, pp. 300-314(15)
33)
Uri Bergmann, Ph.D. (2014): Neurobiología
de la Práctica del EMDR: Una ojeada al interior del cerebro. http://www.congresoemdr2014.com/readcontents.php?file=webstructure/emdr.pdf
34)
Méndez Carrillo, F., Olivares R., J. y Moreno G., P.
(1999): Técnicas de reestructuración cognitiva. En José Olivares Rodríguez,
y Francisco Xavier Méndez Carrillo, (eds.), Técnicas
de Modificación de Conducta. 2ª Edición. Madrid: Editorial Biblioteca
Nueva.
35)
Miguel Tobal, J.J. y Cano Vindel, A. (1995): Inventario de
Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA). Madrid: TEA Ediciones, S.A.
36)
Miguel-Tobal, J. J. (1996). La ansiedad. Madrid: Aguilar.
37)
Miguel Tobal, J.J. y Casado Morales, M.I. (1999): Ansiedad:
aspectos básicos y de intervención. En Enrique G. Fernández-Abascal y
Francesc Palmero (coordinadores): Emociones
y salud. Barcelona: Ariel.
38)
Ochoa Mangado E, Araluza Iturbe KJ, Arias Horcajadas
JJ, Ávila Escribano JJ, De Miguel Arias D. (2002): Trastornos Duales. En: J.J. Fernández Miranda, E.
Gutiérrez Cienfuegos y P.A. Marina González. (coord.). Actualizaciones clínicas
en Trastornos Adictivos. Madrid: Aula Médica, 2002: 421-423
39)
Pablo Solvey, Raquel C. Ferrazzano de Solvey (2014): EMDR: un
nuevo abordaje terapéutico. Alcmeon,
Revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica, vol. 19, Nº 1, noviembre de
2014, págs. 23 a 30.
40)
Parnell, L. (1997): Transforming Trauma: EMDR. New
York: WW Norton & Co.
41)
Raich, R.M. (1996): Evaluación del trastorno
obsesivo-compulsivo. En G. Buela-Casal, V.E. Caballo y J.C. Sierra (dirs.),
Manual de evaluación en psicología clínica y de la salud. Madrid. Siglo XXI.
42)
Rodríguez, M. y Márquez, S. (1994): Solución de
problemas y toma de decisiones. México: Manual Moderno.
43)
Rubio G. ¿Qué es la patología dual? Alteraciones de
la conducta y abuso de sustancias. Rev Esp Sanid Penit. 2000; 2:74-6.
44)
Sandín, B. y Chorot, P. (1995): Síndromes
clínicos de la ansiedad. En: Belloch, Sandín y Ramos (Eds.), Manual de Psicopatología, Vol. 2. Madrid:
McGraw-Hill.
45)
Sank, L. y Shafer, C. (1991): Manual
del terapeuta de terapia cognitivo-conductual. España: Descleé de
Brower.
46)
Shapiro, F. (1995): Principles and Procedures.
Guildford Press, N York - 1995.
47)
Shapiro, F. (2001): Desensibilización y
Reprocesamiento por Movimientos Oculares: Principios, Protocolos y
Procedimientos básicos (2ª Ed.) New York: Guilford.
48)
Shapiro, F. (2004): Desensibilización y
reprocesamiento por medio del movimiento ocular. Editorial Pax México, 2004.
49)
Shapiro, F.
y Forrest, M. (2008). EMDR: Una
terapia revolucionaria para superar la ansiedad, el estrés, la ansiedad y los
traumas. Barcelona. Kairós.
50)
Smith, J. C (1992): Entrenamiento
cognitivo-conductual para la relajación progresiva. Bilbao: DDB.
51) Solomon, R.
W. y Shapiro, F. (2008): EMDR y el Modelo del Procesamiento
Adaptativo de la Información (PAI) Mecanismos Potenciales del Cambio. Revista
de psicoterapia/Vol. XX–Nº 80.
52)
Solvey, P.; Ferrazzano de Solvey, R., (2013): "EMDR:
Manual de Entrenamiento, Parte 1 y 2" – 2013. Bilbao: DDB.
53)
Trujols J, Tejero A, Casas M. (1996): El fenómeno de
las recaídas en el tratamiento de las conductas adictivas. Adicciones 1996;
8:349-67
54)
Vademécum de psicoterapias, vol 2. (2000): Técnicas de
terapia cognitiva y cognitivo- conductual. 2000; Madrid: Ed. Luzan, S.A.
55)
Valdés,
M. (2000): Psicobiología de los síntomas psicosomáticos. Edit Masson.
Barcelona.
56)
Vallejo, J., Berríos, G. (1995): Estados obsesivos.
Barcelona. Editorial Masson S.A.
57)
Vallejo, M. A. (1998): Manual de
Terapia de Conducta, Vol.II. Madrid:
Dykinson.
58) Vallejo, M. A., Díaz M. A. (1993): Técnicas de Biofeedback. En: Manual práctico de modificación de conducta (I). Fundación Universidad-Empresa. Madrid 1993: 339-414.
58) Vallejo, M. A., Díaz M. A. (1993): Técnicas de Biofeedback. En: Manual práctico de modificación de conducta (I). Fundación Universidad-Empresa. Madrid 1993: 339-414.