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Psicoterapia aplicada a un caso de terrores nocturnos con ansiedad generalizada provocada por múltiples fobias

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Fecha: Febrero 2010
Autora: Ana Mª Bastida de Miguel

Psicoterapia aplicada a un caso de terrores nocturnos con ansiedad generalizada provocada por múltiples fobias

Caso presentado en el XII Congreso Virtual de Psiquiatría, conferencia 6conf1550204

Resumen: 
Con este artículo se presenta un caso de terrores nocturnos acompañados de ansiedad generalizada como consecuencia de las múltiples fobias padecidas por una niña de 8 años. Los padres la traen a consulta tras verse incapacitados para poder ayudarla a enfrentarse a las múltiples situaciones, cada vez más numerosas, ante las cuales la niña pierde completamente el control y hace que toda la familia se mantenga en un estado de alteración diaria y continua, afectando todo ello a la vida familiar, escolar e interpersonal. 

Se incluye la psicoterapia aplicada, así como los resultados positivos conseguidos y mantenidos durante dos años de seguimiento, en los que se pone de manifiesto la importancia tanto del procedimiento psicoterapéutico aplicado como la gran influencia que juega en la resolución del caso la empatía entre paciente y psicoterapeuta, el papel del juego con intercambio de papeles, las expectativas de exposición, enfrentamiento y resolución, la motivación generada hacia la consecución de objetivos, además del refuerzo y del autorrefuerzo aplicado ante mínimos progresos.


Palabras clave: terrores nocturnos, ansiedad generalizada, fobias.
Title: “Psychotherapy applied to a case of night terrors with generalised anxiety caused by multiple phobias”
Abstract: This article presents a case of night terrors accompanied by generalised anxiety as a result of multiple phobias suffered by an 8-year-old girl. The parents brought her to the practice after finding themselves unable to help her cope with the increasing amount of situations in which she would completely lose control and place the family in a constant state of agitation on a daily basis, which in turn affected family, school and interpersonal life. It includes the psychotherapy applied and the positive results obtained and maintained over a two-year monitoring period, in which the importance of the psychotherapeutic procedure applied and the major influence of the empathy between patient and psychotherapist on the resolution of the case are both shown, as well as the role of play using role reversal, the expectations of exposure, confrontation and resolution, motivation towards achieving goals, and reinforcement and self-reinforcement in the face of minimum progress.
Key words: night terrors, generalised anxiety, phobias.
Objetivos: describir un caso clínico donde el principal problema por el que se acude a consulta son los terrores nocturnos que padece una niña de 8 años acompañados de múltiples fobias, generando todo ello una gran ansiedad que la incapacita para llevar una vida normal para su edad.
Caso clínico: se trata de una niña de 8 años, a partir de ahora María, cuyos padres la traen a consulta por indicación de su médico de cabecera, tras habérselo consultado, debido a los terrores nocturnos que presenta María. Dichos terrores los viene padeciendo desde los 3 años y medio aproximadamente, pero últimamente se producen todas las noches y en ocasiones hasta 3 ó 4 veces en la misma noche. A los terrores le acompañan varias fobias que la llevan a evitar por todos los medios estar sola tanto de día como de noche, manifiesta gran ansiedad ante diferentes situaciones llegando a comerse las uñas de tal forma que prácticamente han desaparecido de los dedos, quedando en su lugar numerosas heridas.
Resultados: basándonos en los resultados de nuestro caso, y tras dos años de seguimiento, podemos resaltar la importancia del procedimiento psicoterapéutico aplicado (principalmente cognitivo-conductual) donde la empatía entre paciente y psicoterapeuta, el papel del juego con intercambio de papeles, las expectativas positivas hacia la exposición, enfrentamiento y resolución, la motivación generada hacia la implicación en la terapia y consecución de objetivos, además del refuerzo y del autorrefuerzo aplicado ante mínimos progresos, permitieron que poco a poco fuera controlando tanto la noche como el día hasta conseguir una adaptación normalizada tanto en la vida familiar como escolar, personal y social.
Terrores nocturnos: se trata de un fenómeno que ocurre normalmente durante el primer tercio de la noche, y más concretamente, durante las fases 3 y 4 del sueño no REM, por ello son más frecuentes en la primera parte de la noche. Generalmente se dan en torno al 10-15% de niños, entre los 3 y los 10 años, siendo menos frecuentes en la pubertad o en la edad adulta. Estos episodios pueden ser muy alarmantes para los padres, pues perciben que poco pueden hacer cuando se producen y ven cómo el niño llora, grita, se agita descontroladamente o corre por toda la casa con los ojos desorbitados, aunque sin ver, y aparentemente sin sentir las palabras tranquilizadoras de los padres. La activación autónoma es intensa (taquicardia, sudoración, respiración agitada…), el despertar es parcial y cuando lo hace está confundido y desorientado y sólo responde muy parcialmente a los esfuerzos de otros por calmarle, la amnesia es total al despertarse por la mañana. Parece que factores genéticos, de desarrollo, orgánicos y psicológicos pueden jugar un papel importante en su aparición. A pesar de lo aparatosos que puedan parecer, los niños no sufren ningún daño ni tienen mal pronóstico pues suelen remitir en cuanto se adquieren unos buenos hábitos de sueño y unas condiciones psicológicas normalizadas.
Ansiedad generalizada: se caracteriza fundamentalmente por presentar gran angustia acompañada de síntomas de lo más variables, aunque lo más frecuente son quejas de sentirse constantemente nervioso, con temblores, tensión muscular, sudoración, mareos, palpitaciones, vértigos y molestias epigástricas... A menudo se ponen de manifiesto temores a que uno mismo o un familiar vaya a caer enfermo o a tener un accidente, junto con otras preocupaciones y presentimientos muy diversos. Este trastorno es más frecuente en mujeres y está a menudo relacionado con estrés ambiental crónico. Su curso es variable, pero tiende a ser fluctuante y crónico si no se trata adecuadamente. En los niños suele ser frecuente la necesidad constante de seguridad así como las quejas somáticas recurrentes.
Fobias: trastorno que nos remite inmediatamente al concepto de “miedo” y a los trastornos de ansiedad, algo muy común en la infancia. El miedo surge al sentirnos en peligro bien sea real o imaginario. Sirve para alertarnos respecto a posibles amenazas; de ahí que desempeñe un papel fundamental en la preservación no sólo del individuo sino también de la especie. La mayoría de los niños experimentarán muchos miedos leves, transitorios y asociados a una determinada edad, que poco a poco irán superando en su proceso de crecimiento y autonomía sin dejar ninguna huella. En cambio habrá una minoría que no sólo no los supere sino que por el contrario deriven en auténticas fobias, donde los miedos serán desproporcionados, no específicos de una edad determinada, irán más allá del control voluntario, interfiriendo considerablemente en el funcionamiento normal y adaptativo en caso de superar el umbral de tolerancia. En las fobias no hay percepción de control, se produce una evitación continuada del estímulo aversivo, se siguen manteniendo a pesar de la cantidad de explicaciones racionales que puedan recibir al respecto pues el terror les incapacita para escuchar razones o tomar decisiones racionales ante situaciones reales o imaginarias o ante objetos y animales que para la mayoría de las personas no representan ningún peligro, excepto para quienes su cerebro los interpreta como terriblemente peligrosos y amenazantes. Estas respuestas son excesivas y vienen cargadas de un estado de ansiedad considerable, continuo y persistente, son poco razonables e intensamente desproporcionadas, se prolongan en el tiempo y generan un malestar clínicamente significativo con enorme sufrimiento, tanto por parte del niño como de los padres ante su impotencia para poder actuar. Presentan un conjunto de síntomas que pueden llegar a ser incapacitantes para la persona que los padece, generando todo ello un estado que escapa a los mecanismos de control, donde el miedo se convierte en fobia, donde ya no hay miedo sino pánico, y la ansiedad deja de ser positiva para pasar a ser negativa y patológica lo que la convierte en altamente dañina y perjudicial para quien la sufre además de alterar sensiblemente su capacidad para afrontar situaciones cotidianas (como dormir, estar solo o con gente, ir al colegio, salir de casa, enfrentarse a diferentes situaciones que dependerán del objeto temido, etc… y en definitiva poder llevar una vida normal y satisfactoria).
Establecer la frontera entre miedo, ansiedad y fobia no siempre será fácil pues dependerá de factores como la edad, naturaleza del objeto o situación temida, frecuencia, intensidad, grado de incapacitación... Ante una fobia se van a presentar comportamientos de los más dispares y con gran dificultad para mantener un control racional del pensamiento, reaccionando desde la inmovilidad absoluta hasta el ataque de pánico donde la norma es la gran evitación del estímulo aversivo o la huida desesperada y sin control cuando no se pueda evitar y no quede más remedio que exponerse al mismo.
Criterios del DSM-IV para el diagnóstico de: terrores nocturnos, ansiedad generalizada y fobias
Terrores nocturnos
A)     Episodios recurrentes de despertares bruscos, que se producen generalmente durante el primer tercio del episodio de sueño mayor y que se inician con un grito de angustia.
B)     Aparición durante el episodio de miedo y signos de activación vegetativa de carácter intenso, por ejemplo, taquicardia, taquipnea y sudoración.
C)     Se muestra una falta relativa de respuesta a los esfuerzos de los demás por tranquilizarle.
D)     Existe amnesia del episodio: la persona no puede describir recuerdo alguno detallado de lo acontecido durante la noche.
E)     Estos episodios provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad de la persona.
F)     La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica.
Ansiedad generalizada
A)     Ansiedad y preocupación excesivas (expectación aprensiva) sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades (como el rendimiento laboral o escolar), que se prolongan durante más de 6 meses.
B)     Resulta difícil controlar este estado de constante preocupación.
C)     La ansiedad y preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (algunos de los cuales han persistido más de 6 meses). Nota: En los niños sólo se requiere uno de estos síntomas:
1)  inquietud o impaciencia,
2)  fatigabilidad fácil,
3)  dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco,
4)  irritabilidad,
5)  tensión muscular,
6)  alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sensación al despertarse de sueño no reparador)
D)   El centro de la ansiedad y de la preocupación no se limita a los síntomas de un trastorno; por ejemplo, la ansiedad o preocupación no hacen referencia a la posibilidad de presentar una crisis de angustia (como en el trastorno de angustia), pasarlo mal en público (como en la fobia social), contraer una enfermedad (como en el trastorno obsesivo-compulsivo), estar lejos de casa o de los seres queridos (como en el trastorno de ansiedad por separación), engordar (como en la anorexia nerviosa), tener quejas de múltiples síntomas físicos (como en el trastorno de somatización) o padecer una enfermedad grave (como en la hipocondría), la ansiedad y la preocupación no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno por estrés postraumático.
E)    La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
F)    Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o a una enfermedad médica (p. ej., hipertiroidismo) y no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno del estado de ánimo, un trastorno psicótico o un trastorno generalizado del desarrollo.
Fobias
A)   Temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o situación específicos (p. ej., volar, precipicios, animales, administración de inyecciones, visión de sangre).
B)   La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación determinada. Nota: En los niños la ansiedad puede traducirse en lloros, berrinches, inhibición o abrazos.
C)   La persona reconoce que este miedo es excesivo o irracional. Nota: En los niños este reconocimiento puede faltar.
D)   La(s) situación(es) fóbica(s) se evitan o se soportan a costa de una intensa ansiedad o malestar.
E)    Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar provocados por la(s) situación(es) temida(s) interfieren acusadamente con la rutina normal de la persona, con las relaciones laborales (o académicas) o sociales, o bien provocan un malestar clínicamente significativo.
F)    En los menores de 18 años la duración de estos síntomas debe haber sido de 6 meses como mínimo.
G)   La ansiedad, las crisis de angustia o los comportamientos de evitación fóbica asociados a objetos o situaciones específicos no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental, por ejemplo, un trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., miedo a la suciedad en un individuo con ideas obsesivas de contaminación), trastorno por estrés postraumático (p. ej., evitación de estímulos relacionados con un acontecimiento altamente estresante), trastorno de ansiedad por separación (p. ej., evitación de ir a la escuela), fobia social (p. ej., evitación de situaciones sociales por miedo a que resulten embarazosas), trastorno de angustia con agorafobia, o agorafobia sin historia de trastorno de angustia.
Especificar tipo:
Tipo animal
Tipo ambiental (p. ej., alturas, tormentas, agua)
Tipo sangre-inyecciones-daño
Tipo situacional (p. ej., aviones, ascensores, recintos cerrados)
Otros tipos (p. ej., evitación fóbica de situaciones que pueden provocar atragantamiento, vómito o adquisición de una enfermedad; en los niños, evitación de sonidos intensos o personas disfrazadas).

DESCRIPCIÓN DEL CASO
Motivo de consulta: Terrores nocturnos, evita por todos los medios estar sola, reclama la atención de la madre continuamente, el miedo a estar sola se da tanto de día como de noche, se come compulsivamente los dedos incluso haciéndose heridas.
Breve historia personal: Es la menor de dos hermanos, según la madre durmió muy bien hasta el año y medio, a partir de ahí comienzan los lloros continuos, se despierta muchas veces por la noche sin dejar de llorar. Actualmente sigue haciendo lo mismo, se despierta llorando, con gran verborrea “mamá dime cómo lo hago” “mamá ayúdame a hacerlo” “dónde está mi hermano” “qué le ha pasado”… pero sin ser consciente ni de lo que dice ni de lo que hace, llora sin parar, tiembla, grita, se va corriendo de un lado a otro, sale a la sala de estar… pero a la mañana siguiente no se acuerda de nada. Según comenta la madre, tiene bastantes miedos, a la oscuridad, a los ruidos, a los perros, gatos y serpientes, a estar sola, a las incertidumbres, a dormir sola, a llorar por la noche, a que le vuelva a ocurrir lo mismo de todas las noches, de hecho lo primero que hace por la mañana cuando se despierta es preguntar si ha llorado por la noche, o si ha salido, o si se ha despertado, o si le ha vuelto a pasar… Es una niña que según la madre es obediente, sociable, va muy bien en el colegio, aunque últimamente tiene algún problema pues lo pasa muy mal cuando tiene que decir algo en voz alta. Tanto los profesores como los familiares o amigos de los padres comentan que es una niña muy buena, agradable y educada.
Los padres lo han comentado con la pediatra y les ha enviado al psicólogo, de ahí que decidan actuar lo antes posible.
Según me explica la madre, ella misma es muy miedosa, sobre todo cuando está sola, pues su marido es camionero y sale bastante de viaje, tiene que mirar debajo de la cama para comprobar si hay alguien o no. Esto no le genera gran malestar físico, simplemente mira, comprueba que no haya nadie y se duerme, si no lo hace le es imposible dormir. También le genera un gran malestar el pensar que pueda haber alguien por la casa, de ahí que compruebe todo y una vez comprueba que no hay nadie, se queda tranquila.
DOS PRIMERAS SESIONES
Se llevó a cabo una entrevista con la finalidad de obtener datos que ayudaran a identificar y sintetizar el problema. Entre las preguntas destacamos las siguientes:
¿Toma alguna medicación? No, pues la madre no quiere que la tome para resolver el problema y así se lo ha hecho ver a la pediatra quien le ha recomendado alguna infusión pero no se la da porque no le hace nada.
¿Qué enfermedades ha padecido? Las normales para su edad.
¿Qué miedos padece? Según la madre, y como más importantes, a estar sola en casa o en cualquier otro sitio, a ir sola por la calle, a llorar por la noche o despertarse sin saber que lo ha hecho, a los borrachos y a la gente que va sucia o mal vestida, a las películas de miedo, a los perros, gatos y en general a todos los animales menos a los peces, a los ruidos fuertes, tampoco quiere hacer teatro porque le da vergüenza, la incertidumbre no la soporta (principalmente, lo relacionado con su hermano de 16 años o su padre o su madre cuando no se encuentran con ella).
¿A qué hora se acuesta? : 22,30 a 23,00
¿Qué suele hacer antes de acostarse? Lo normal para su edad, estudiar, cenar, ver un poco la TV.
¿Está relacionado con algún evento ocurrido durante el día? No necesariamente, le ocurre prácticamente todos los días.
¿La cena es copiosa?  No, sólo lo normal
¿Qué bebidas toma? Nestea, agua, aquarius, zumos
¿Qué hábitos tiene a la hora de irse a la cama, duerme sola o con los padres? Algún día se acuesta con la madre cuando el padre está de viaje aunque siempre que puede lo intenta y generalmente lo consigue.
¿Cómo se manifiestan los terrores y qué hacen los padres? Intentan tranquilizarla cuando despierta con el terror, siguiéndole en la narrativa de la niña pero no les escucha y no les sirve para nada. De momento aconsejo a la madre que si se despierta por la noche, simplemente decirle, a la vez que le acarician suavemente, “Tranquila”, “No pasa nada” “Relaja como Ana te ha enseñado” hasta que la niña pueda aprender otras estrategias.
¿A qué hora suele darse el episodio y cuánto dura? En las primeras horas de la noche aunque se despierta varias veces a lo largo de la misma.
¿Cuántas veces se produce a la semana? Últimamente prácticamente todos los días y varias veces en la misma noche.
¿Los episodios cuánto duran? Según la madre un buen rato hasta que se vuelve a dormir, exactamente no saben cuánto pero a ellos les parece eterno pues lo pasan fatal ya que no saben qué hacer ni cómo tranquilizarla.
¿En una misma noche cuántos se dan en caso de que se den varios? 3-4 depende, a veces más.
¿Después de ocurrir el episodio vuelve a dormir con normalidad? Vuelve a dormir, aunque hay noches que sale varias veces aterrorizada, por la mañana no recuerda nada.
¿La niña hace algo peligroso durante algún episodio? Sale llamando a los padres, gritando, llorando y muy asustada con los ojos muy abiertos aunque parece no ver nada, a veces sale a beber agua o al baño pero sin recordar que lo ha hecho ni dar síntomas de saber lo que hace.
¿Antes de dormir realiza actividades como jugar a videojuegos o cualquier otra cosa que sobreactive el SNC? Lo normal para cualquier niño de su edad, cenar, ver la tele, jugar con su hermano…
¿Desde cuándo se vienen dando? Desde que tenía año y medio, aunque cada vez es peor.
¿Se produce sudoración, palpitaciones, movimientos incontrolados, su respiración se acelera, la frecuencia cardiaca aumenta más de lo habitual, se levanta gritando…?  Sí, durante la noche cuando se dan los terrores pero también durante el día ante cualquier cosa que le dé miedo. Durante el día se agarra a la madre, al padre o al hermano con fuerza, no importa si hay o no algo que le dé miedo, tiene que sentirlos siempre con ella, si oye ruidos en casa antes de dormir se tapa con la ropa de la cama y comienza a bajar por la cama hasta terminar en los pies de la misma y quedarse escondida y acurrucada, lógicamente temblando y muerta de miedo. “La niña cuenta todo esto con una gran lucidez”.
¿Hay antecedentes en algún familiar de estos episodios? La madre tiene bastantes miedos: a los ruidos, a que haya algún extraño en casa, miedos sobre todo cuando está sola en casa (si está acompañada no ocurre nada), tiene que mirar debajo de la cama en cuanto piensa que pueda haber alguien. Un hermano del padre fue sonámbulo al igual que algún sobrino por parte del padre.
¿Cómo reaccionan los padres? Intentan tranquilizarla, pero no lo consiguen. En general muy asustados y muy preocupados por lo que le sucede a la niña. A veces sale gritando o diciendo “mamá no sé qué pasa con mi hermano, corre, corre…
Actualmente juega sus deportes favoritos que son: (M-J) Balonmano, (L-X) Fútbol (le encantan ambos deportes) “es la única niña pues todos son niños” pero lo hace muy contenta y en principio no parece que esto le produzca ningún tipo de ansiedad ni temor.
Autodescripción: La niña tiene las ideas muy claras sobre todo lo que le da miedo y sobre todo lo que hace para evitarlo, dice tener muchas ganas de que no le pase. Según me comenta está dispuesta a hacer lo que sea, pues no quiere tener tanto miedo, tampoco quiere comerse la uñas (apenas visibles cuando me enseña las manos). Diferencia claramente (tras explicárselo) pensamientos negativos de positivos y cómo influyen en sus respuestas tanto fisiológicas como motoras (hacemos varias pruebas utilizando diferentes ejemplos).
La niña me aporta la siguiente información:
·       Respuesta Cognitiva:
-   Y si me muerden o me arañan o me sale una serpiente y me hacen daño.
-   Y si me hace algo el borracho o la gente sucia o mal vestida.
-   Y si le pasa algo a mi hermano o a mi madre o a mi padre cuando viaja.
-   Y si hay alguien extraño en casa y me hacen algo a mí o a mis padres o a mi hermano.
-   Y si los ruidos es porque hay alguien que nos quiere hacer daño.
-   Y si por estar a oscuras me ocurre algo.
-   Me da mucha vergüenza actuar en el teatro o que me pregunten en clase.
-   Tengo mucho miedo y no quiero estar sola, ni dormir sola…
·       Respuesta Fisiológica:
-   Temblores en manos y piernas.
-   Taquicardia, el corazón se le dispara “pon, pon, pon” (me comenta)
-   Falta de aire.
-   Sudoración.
-   Dolor de estómago y de tripa…
·       Respuesta Motora:
-   Se esconde detrás de la madre o del padre y se agarra con mucha fuerza a ellos.
-   No puede ir sola a ningún sitio, tiene que ir siempre acompañada, tampoco puede quedarse sola en casa.
-   No soporta la oscuridad por lo que tiene que encender todas las luces.
-   Se esconde entre la ropa de la cama.
-   Se escapa y evita con pánico a los perros, gatos, borrachos, cualquier persona que vaya mal vestida…
·       Afectiva y Motivacional:
-   Le afecta en sus relaciones pues necesita que la madre esté cerca continuamente, de ahí que no salga con otros niños a no ser que la madre esté con ella en todo momento.
-   En el colegio ha funcionado bastante bien y sin problemas escolares aunque no participa en nada que le dé vergüenza, lo que está comenzando a provocarle problemas escolares…
Qué estrategias utiliza para resolver el problema: No tiene estrategias, simplemente escapa, evita, se esconde tras la madre o tras el padre o tras el hermano (agarrándose a ellos con fuerza, gritando y llorando cuando ve un perro o un gato), intenta no dormir sola siempre que puede, no salir sola a la calle ni ir sola por la misma (cuando podría hacerlo sin problemas pues vive en un pueblo de Toledo muy pequeño, donde todo el mundo se conoce), intenta no mirar a los borrachos o a la gente sucia, cierra los ojos con fuerza para no verlos pero aún así se pone muy nerviosa, hace muchas preguntas cuando tiene incertidumbre como por ej. dónde está mi hermano, por qué no le llamas para saber qué hace, por qué no ha venido aún, dónde está papá, por qué no le llamas para saber si le ha pasado algo…
La conecto al EMG y se obtienen valores muy dispares (50-80-110-160-30-15mµ…), aunque con buenas posibilidades para aprender a relajar pues absorbe todo cuanto le digo.
En las dos primeras sesiones y una vez realizado el análisis funcional les explico que se trata de un mal aprendizaje a la hora de resolver el problema. Piensa que no va a poder soportarlo y cuando tiene que enfrentarse a la situación lo pasa tan mal que intenta evitarlo por todos los medios y, si lo consigue, se le pasan todos los males. Aunque aparentemente le funciona, eso mismo refuerza el que se meta en una espiral que provoca no sólo mantener y anticipar el objeto fóbico sino también ampliar cada vez más el número de situaciones ansiógenas.
El malestar le dura bastante tiempo lo que alarma, además de a ella, a toda la familia por no saber qué hacer al respecto, implicándose en la angustia toda la familia y generando, en consecuencia, un malestar generalizado en todos ellos.
Todo el malestar suele venir acompañado de lloros, gritos, temblores en piernas y manos, gran taquicardia… cosa que aún les asusta más provocando todo ello una gran ansiedad y multitud de respuestas cognitivas y motoras que confirman sus motivos para seguir teniendo miedo. Ante esta situación es prácticamente imposible acostarse en unas condiciones de relajación óptimas, de ahí que el estado ansiógeno se manifieste también durante la etapa del sueño, pues ya antes de acostarse se encuentra tan temerosa de lo que pueda ocurrir que su alteración es total, confirmando los terrores nocturnos la justificación de su temor.
En la consulta les aporto información suficiente y les explico:
Ø  El diagnóstico, defino el problema, su mantenimiento y los objetivos que iremos desarrollando en función de los progresos.
Ø  Qué es el miedo y qué lo diferencia de la fobia. Le aporto unos dibujos sobre el miedo para que los cuelgue en su habitación.
Ø  Cómo se da cuenta de que tiene miedo y qué papel juega la ansiedad.
Ø  Qué acciones realiza cuando siente miedo.
Ø  Por qué cree que siente miedo.
Ø  Es malo tener miedo o por el contrario es bueno y adaptativo.
Ø  Qué puede tener de bueno el sentir miedo.
Ø  Qué papel juegan las evitaciones que realiza, los pensamientos anticipatorios y negativos.
Ø  Qué son los autorregistros, cómo los vamos a utilizar y la necesidad de llevarlos a cabo.
Ø  Qué son técnicas distractoras y qué son autoinstrucciones.
Ø  Qué podemos hacer para detectar y cambiar los pensamientos que generan ansiedad.
Ø  Qué podemos hacer para modificar las respuestas fisiológicas.
Ø  Qué podemos hacer para modificar la respuesta motora.
Ø  Qué papel juega la exposición, el enfrentamiento y cómo influyen en la resolución del problema.
Ø  Qué importancia tiene la práctica reforzada, las aproximaciones sucesivas al objeto fóbico, el refuerzo ante mínimos progresos así como el autorrefuerzo ante cualquier objetivo, tanto intentado como conseguido.
Ø  Por qué es tan importante intentar o ejecutar intencionadamente cualquier comportamiento…
Informo a la niña sobre todos estos temas y comenzamos, ya en la primera sesión, con relajación muscular progresiva y respiración profunda (pulmonar y diafragmática lenta). Tanto los padres como la niña tienen muchas ganas de superar el problema.
Doy instrucciones a los padres para poder actuar en caso necesario (envío por email un anexo con instrucciones sencillas de cómo actuar tanto de día como de noche).
Igualmente les explico los 3 sistemas de respuesta (cognitiva, fisiológica, motora), cómo se relacionan entre sí y como están influyendo en su problema. La niña, a pesar de la edad, lo entiende perfectamente.
Le pongo varios ejemplos y le enseño a diferenciar dichas respuestas.
Entrego a la niña un gráfico explicativo del análisis funcional de su problema, para que lo cuelgue en su habitación y tenga las ideas muy claras sobre cómo debe actuar para romper la cadena en cualquiera de los tres sistemas de respuesta (cognitiva, fisiológica o motora). En cuanto modifique una de ellas modificará las otras, de ahí la importancia de comenzar a actuar de diferente modo a como lo ha estado haciendo hasta ahora.
ANÁLISIS FUNCIONAL E INTERRELACIÓN ENTRE LOS TRES SISTEMAS DE RESPUESTA
Les explico qué son las estrategias que vamos a comenzar a utilizar y analizamos algunas diferentes de las que ella utiliza.
Practicamos la relajación a través de la respiración profunda y la relajación muscular progresiva (la enseño tanto a la niña como a la madre). La respiración la deberán practicar cuantas más veces mejor y la relajación muscular progresiva antes de acostarse y por las mañanas al despertar. Cuantas más veces la hagan mejor hasta que consigan dominarla.
Trabajamos intención paradójica con las uñas para que le ayude a resolver el problema (le prometo que si la semana siguiente le han crecido un poquito se las pintaré como las mías y para ello hacemos una fotografía de sus uñas para que la próxima semana podamos compararlas).
También les aporto algunas instrucciones y bastantes ejemplos, utilizando el humor, la imaginación y el juego. Trabajamos las respuestas que da ante el miedo a los borrachos o a la gente sucia, a los perros, a los gatos, a los ruidos, a estar sola…
En la segunda sesión entrego, además de lo anterior, 4 tarjetas flash, en las que ella participa tanto en su elaboración como en su contenido y una lámina con ejemplos de fotografías de unos dedos cuyas uñas han sido mordidas hasta provocar heridas parecidas a las suyas, para que las ponga a la vista en su habitación y le puedan ayudar en la consecución de objetivos:
  • Fantasma del pánico con autoinstrucciones en DIN-A4 (lo dibujamos entre las dos en la consulta, explicándole el contenido y los efectos del fantasma en su comportamiento al igual que el efecto que jugará su comportamiento en la desaparición del fantasma)
  • 2 láminas en DIN-A4 con autoinstrucciones en colores
  • 1 lámina en DIN-A4 con fotografías en las que aparecen unos dedos sin uñas, por haber sido mordidas y con un aspecto tan horrible como las suyas (la intención es ir sustituyendo estas fotografías por las que vayamos consiguiendo con los cambios que vayan experimentando las suyas)
FANTASMA DEL PÁNICO











El fantasma simboliza las sensaciones que temes. Si te acobardas ante ellas "crecerán". En cambio, si les haces frente se irán reduciendo hasta desaparecer.










Para la semana siguiente le mando un autorregistro donde me hará un listado de todos los miedos surgidos y todo lo realizado cuando se haya presentado la situación fóbica.
3ª SESIÓN
Me trae registrado lo siguiente:
LISTADO DE TODOS LOS MIEDOS QUE RECUERDES
Haz un listado de todas las cosas a las que tienes miedo
Qué haces cuando tienes miedo
1)    A levantarme por la mañana y que me digan que me ha vuelto a pasar.
1)    No quiero dormir sola, ni con la luz apagada, me escondo en los pies de la cama entre la ropa.
2)    Tengo miedo a todos los animales (perros, gatos, serpientes, caballos…) menos a los peces.
2)  Huyo, pienso que me van a morder, que se me van a echar encima, me agarro muy fuerte a mis padres o a mi hermano.
3)    Miedo a los borrachos.
3)  Me escapo, cierro los ojos para no verlos y pongo mala cara.
4)    A la gente sucia y mal vestida.
4)  Intento no mirarla.
5)    A la oscuridad.
5)  Lloro y cierro con fuerza los ojos, me tapo los oídos, enciendo todas las luces, no voy sola.
6)    A los ruidos fuertes.
6)  Me escondo y me tapo con fuerza los oídos.
7)    A las películas de miedo.
7)  Cierro los ojos y me pongo muy nerviosa, no quiero verlas.
8)    A estar sola.
8)  Me pongo muy nerviosa, empiezo a temblar, a no poder respirar y el corazón me hace pon, pon, pon…
9)    A la incertidumbre, como por ejemplo cuando no sé dónde está mi hermano, o si viene tarde cuando mi madre le dice que venga antes…
9)  Me pongo muy nerviosa y no paro de hacer preguntas, por ej. dónde está Pablo (nombre ficticio) por qué no ha venido, igual le ha pasado algo, por qué no le llamas…
10) A ir sola por la calle, o bajar sola al parque
10)   Ir siempre con mi madre, con mi hermano o con mi padre, nunca voy sola, miro a todos los lados para ver dónde están mis padres, no quiero que se vayan

Trabajamos en la consulta todo lo que me trae anotado, simulamos situaciones similares, le explico qué puede hacer y hago que ella me lo explique a mí, intercambiamos papeles (unas veces ella es la psicóloga y yo María y en otras al contrario. En otras, yo soy su madre y me tiene que explicar qué puedo hacer ante las situaciones que creamos, todo lo convertimos en un juego), comprobamos la relajación muscular y la relajación a través de la respiración (ambas las hace francamente bien, consiguiendo valores mucho más estables (6-7mµ) y controlando perfectamente, tanto la tensión provocada intencionadamente como la relajación)… Como imagen utiliza la playa (donde hay perros, gatos, caballos “todo un zoológico como yo le digo”), me sorprende lo bien que hace la relajación para llevar tan poco tiempo, al entrenarla en la relajación si me dejo algo ella misma me lo recuerda “Ana te has dejado la nariz, te has dejado la parte de arriba de las piernas”. Conectada al EMG simulamos situaciones fóbicas, le encanta ver cómo mantiene valores bajos y cómo controla el aparato.
Hacemos varias pruebas con el EMG, simulando varias situaciones, llegando a 4,5mµ en varias ocasiones, según dice sus miedos se van por el cable y me los deja en el aparato, quiere conseguir valores cada vez más bajos. Simulamos que se encuentra en su cama, antes de acostarse, haciendo su relajación hasta conseguir que el aparato baje. Simulamos el miedo provocando intencionadamente gran tensión, en vez de esconderse en la parte inferior de los pies de la cama completamente acurrucada entre la ropa, le propongo convertirse en una tortuga y esconderse en su caparazón e ir sacando las manos, la cabeza o estirando las piernas conforme vaya relajando, simplemente para ver qué ocurre. Lo pasa genial y ambas terminamos riéndonos.
Hacemos varios juegos intercalando tensión-relajación para que vaya incrementando su autocontrol, la llevo a provocar la máxima tensión y la máxima relajación, utilizando tanto la respiración como la relajación rápida y diferencial. Uno de los juegos consiste en que la dejo sola en la consulta, con la luz apagada y a oscuras, yo me quedo fuera detrás de la puerta hasta que ella me llame. No aguanta mucho, tan sólo cuento hasta 10, pero la felicito por ello pues es mucho más de lo que había hecho hasta ahora. Dejo a la vista varias serpientes, de diferentes colores que imitan bastante bien a las reales, en una ocasión la invito a tocarlas cuando se encuentra en estado de relajación, termina jugando con ellas y poniéndoselas alrededor del cuello (5 serpientes).
La niña se encuentra muy contenta por todo lo que va consiguiendo, poco a poco va adquiriendo y percibiendo mayor control y sobre todo le encanta estar conectada al EMG y ver cómo lo modifica en función de las respuestas que emite. Refuerzo mucho lo conseguido y la motivo mucho para seguir en la misma línea, generándole muchas expectativas de control y de resolución.
En esta 3ª sesión la inicio en:
Reestructuración cognitiva: la entreno en detectar pensamientos negativos y ansiógenos que conducen a la conducta problema y tras varios ejemplos vemos cómo puede modificarlos (practicamos con varias situaciones, utilizamos la palabra basta, corta o similar para detenerlos) y buscar otras alternativas que modifiquen las ideas irracionales y los pensamientos automáticos negativos; intentando, además de controlar sus pensamientos, sustituirlos por otros más adecuados tras haber re-evaluado el supuesto peligro, autoinstrucciones, reorientación, contrastación…
Reatribuciones, examinando consecuencias, ventajas y desventajas, desarrollando alternativas, desdramatizando (sobre todo respecto a la incertidumbre que tiene con el padre cuando viaja o con el hermano cuando no llega a casa cuando ella considera que debe llegar), utilizando intención paradójica, (viene decidida a ir hacia el despacho sin luz y sin saber dónde se encuentra el interruptor, me dice que se ha puesto un poco nerviosa pero que ha relajado y lo ha hecho muy bien)
Técnicas distractoras como forma de controlar los pensamientos que conducen al problema e intentar sustituirlos por otros más adaptativos y realistas, trabajamos varios ejemplos en la consulta (ver por ej. qué elementos componen su entorno, describirlos, comparar formas y colores, en resumen contrastar elementos físicos normales y que no generan angustia).
Autoinstrucciones, ponemos varios ej. para ver cuáles de ellas le resultan más eficaces, así como la puesta en práctica de resolución de problemas, ante algunas situaciones muy concretas (por ej. voy a intentarlo, voy a relajar, voy a practicar para ver qué pasa, seguro que venzo al miedo y consigo que se haga más pequeño, ¡cada paso que dé el miedo más pequeño!…) Tiene mucha imaginación por lo que jugamos a ver quién es capaz de inventar más autoinstrucciones positivas y de resolución, lógicamente dejo que me gane.
También la animo a trabajar con su madre, actuando como psicóloga, para que también su madre pueda aprender a superar sus miedos. Practicamos cómo lo va realizar, qué le va a decir, cómo la va a enseñar a relajar y a comprobar si está o no relajada…
Análisis de los éxitos o mejoras y de los fracasos, dado lo bien que me trabaja la niña comienzo ya en esta tercera sesión con el autorregistro de éxitos, tras exposición y enfrentamiento, valorando mucho la motivación y el empeño puesto por ella, pues se lo está tomando con mucho interés y no dejo de hacérselo notar.
Exposiciones. Intentaremos someterla a la exposición de diferentes situaciones ansiógenas para ver cómo reacciona, éstas las intentaremos crear de mutuo acuerdo en la sesión pero de momento le animo a que ella decida y se lance a enfrentarse a cualquier cosa que se le ocurra. Llevaremos a cabo distintas situaciones como simular que hay un perro o un gato en la consulta, que yo soy una borracha, que oímos ruidos, ver alguna película de miedo, ir a oscuras por su casa o por la consulta (me dice que ya lo ha hecho, recorrió toda su casa a oscuras y después de recorrerla encendió la luz).
Hacer siempre relajación antes de acostarse y como norma antes de enfrentarse a cualquier situación que haya decidido previamente para después poder analizar las posibles consecuencias. De momento, hasta que aprenda bien la relajación, actuaremos sin modificar el medio. Poco a poco iremos introduciendo estímulos que puedan ser desencadenantes. Tras la ejecución de estas tareas evaluaremos conjuntamente qué ocurre.
Le explico la necesidad de intentar comenzar a enfrentarse a situaciones que le den miedo aunque no le apetezca y lo pase mal, para ver cómo reacciona y cómo se enfrenta, pues eso le va a servir para adquirir recursos y poder así convertirse en una experta.
Para la semana siguiente le mando un nuevo autorregistro para que anote los miedos enfrentados y las estrategias utilizadas para superarlos. Previamente trabajamos varios ejemplos en la consulta y entre ambas decidimos qué registrar.
A los padres les envío por email el siguiente mensaje:
“Os envío el autorregistro para María, ella ya sabe de qué va, pues no sólo se lo he explicado sino también cómo tiene que hacerlo. Es interesante que os lo explique, para que poco a poco vaya interiorizando las cosas. Me ha encantado trabajar hoy con ella, pues aparte de que es un encanto de nena, se lo está tomando con muchísimo interés, su escucha y motivación es total, muy participativa y absorbe todo cuanto le explico. No pone ningún reparo en realizar cualquier cosa que le proponga y responde de maravilla, así que puedo trabajar con ella sin problemas dado que hemos conectado muy bien. Interesa que me anote cuantos más enfrentamientos mejor, si ella no se da cuenta de alguno se lo hacéis ver vosotros, para que aprenda no sólo a observar sino también a incrementar las exposiciones, los enfrentamientos y la resolución mediante las estrategias que está aprendiendo, pues nos interesa que las ponga en práctica. La relajación la hace genial y le puede ayudar muchísimo a la hora de iniciar sus enfrentamientos”.
Por supuesto pintamos sus uñas antes de irse, hacemos la correspondiente fotografía de las mismas y la refuerzo muchísimo porque las lleva un poquito mejor.
4ª Y 5ª SESIÓN
Me trae registrado lo siguiente:
Escribe el miedo al que te has enfrentado. Cuantos más y más veces mejor
Qué estrategias has utilizado para ayudarte a exponerte y a enfrentarte: Relajación, Autoinstrucciones, Parada de pensamiento, Técnicas distractoras, Pensamientos positivos y eliminación de negativos, Reestructuración cognitiva (identifico, analizo y modifico) Autorrefuerzo…
1)    Paso 7 veces al lado de la puerta de un perro

1)    Nada, sólo he respirado y me he dicho que no me iba a escapar, pensar que si me enfrento a ellos saldré ganando.
2)    Paso 3 veces delante de un gato y toco una vez el de mi vecina
2)    Relajación y pensamientos positivos, decirme que muy bien
3)    Paso al lado de un borracho y además cerca
3)    Relajación y pensamientos positivos, también le miro pero no me escapo y no cierro los ojos
4)    A la oscuridad por el pasillo
4)    Pensamientos positivos, me voy a enfrentar, voy a ir por el pasillo a oscuras, si relajo puedo hacerlo, tampoco enciendo las luces y voy sola
5)    Subo las escaleras yo sola, sin mirar si hay alguien o no en los escalones
5)    Relajación y pensamientos positivos, técnicas distractoras pues pienso en lo pequeño que se va a quedar el miedo, autoinstrucciones pues me digo que me voy a enfrentar y que si hay alguien no me importa
6)    Entro en un bar sin mirar si está el perro o no
6)    Pensar en cosas positivas y eliminar las negativas, antes no quería entrar por si estaba el perro, ayer entré y no miré para ver si estaba o no, me relajé y me dije: si está mejor así mi miedo se hará más pequeño. Me acordé del dibujo.
7)    Veo una película de miedo
7)    Vi una película de miedo en la TV, me acordé del dibujo y me dije que me iba a enfrentar al miedo, antes de dormir me relajé pero no terminé porque me quedé dormida
8)    Me quedo sola en casa
8)    Me quedé sola en casa y no miré hacia la puerta y cuando estaba estudiando me senté de espaldas a la puerta “Antes se habría quedado mirando continuamente a la puerta por si entraba algún extraño, como ella decía”
9)    Voy sola con una amiga al pabellón de fútbol
9)    Pensamientos positivos de lo bien que me lo voy a pasar si meto algún gol
10) Voy sola por la calle hasta el colegio
10) No he dejado a mi madre que venga conmigo al cole, le he dicho que me iba a enfrentar y que lo iba a intentar
11) Bajo sola al parque
11) En el parque juego con mis amigos y me lo paso muy bien
12) El sábado no me mordí las uñas
12) No me he mordido las uñas porque no quiero tener los dedos tan feos como las fotografías. Me cuento los dedos, me los miro y pienso que los quiero tener muy bonitos para cuando hagamos la foto pues quiero quitar las manos tan feas que tengo en mi habitación y poner las mías, también quiero que me las pintes

Los padres también tienen su autorregistro (tienen que registrar los enfrentamientos que observan en María) me traen registrado lo siguiente: Pasa al lado de los perros y ya no está tan nerviosa pues ni llora, ni chilla, ni corre. Al entrar al bar y ver al perro no se ha subido encima de la mesa (algo que nos ha sorprendido mucho) No va por la calle mirando a todos los lados. No echa las luces por el pasillo para ir a las habitaciones. Antes se sentaba en la cocina, mirando hacia la puerta de entrada al piso, lleva dos días que se ha quedado de espaldas a ella. Ha ido a un cumpleaños ella sola por no encontrarme bien, antes esto hubiera sido imposible. Antes en las piscinas me hacía entrar con ella por si había algún perro u otro animal, ella se quedaba en la puerta hasta que yo comprobaba que no había nada y ahora entramos juntas. Durante el partido de fútbol, normalmente se muerde las uñas, este sábado no lo ha hecho ni una sola vez. Se va a la cama cuando le mandamos sin montar ningún número, al rato comprobamos que está dormida y con la luz apagada. Hace la relajación y las respiraciones todos los días. Está mucho más parlanchina. Continuamente me dice cómo lo tenemos que hacer para vencer al miedo. No me deja mirar debajo de las camas ni comprobar las puertas. Yo también me esfuerzo en hacer lo mismo que María para que mi hija vea que yo también lo quiero superar.
María viene muy contenta porque ha dormido muy bien, porque ha ido a oscuras por su casa, porque ha venido ella sola a la consulta (sus padres se quedan esperándola en una cafetería próxima), me enseña las uñas toda orgullosa explicándome que cuando se daba cuenta de que tenía las uñas en la boca las retiraba rápidamente y contaba hasta cinco mirándose los dedos, después se daba un beso en las uñas por haber conseguido no morderse ninguna.
En estas sesiones, me consigue muy buenos valores estando conectada al EMG, llega a 3,5mµ, tocando en algún momento el 2,6mµ. Es impresionante cómo relaja. Le encanta que juguemos a mover partes de su cuerpo estando totalmente relajada y simulando ser una muñeca de trapo que se cae de tanta relajación porque nada le asusta.
Aprovecho estos momentos para ir desensibilizando situaciones fóbicas, jugamos a imaginar las situaciones ansiógenas y a resolverlas, jugamos a responder el mayor nº de preguntas (estando en la fase de mantenimiento de la respiración diafragmática lenta y antes de soltar el aire: consigue responder a 12 preguntas sencillas), trabajamos la hiperventilación intencionada, la oscuridad (cuento hasta 225, con la puerta cerrada de la consulta y yo fuera, ella sola y completamente a oscuras, hasta que entro sin que ella me llame, algo que es sumamente reforzante pues me explica con todo detalle cómo lo ha conseguido) Imaginamos las escaleras, su habitación a oscuras, los perros, los gatos, personas bien y mal vestidas, borrachos, los ruidos fuertes (dentro y fuera de la consulta), lo bien que lo pasa su hermano cuando no llega a la hora estipulada, ella acurrucada a los pies de la cama como si de un ovillo se tratara hasta que poco a poco se va estirando y saliendo de su caparazón porque ha controlado el miedo…Es una niña que me resulta muy fácil motivarla, reforzarla y utilizar el juego como medida terapéutica. En ocasiones ella inventa el juego y se ríe cuando piensa cómo lo hará su madre cuando ella le enseñe a hacerlo y sobre todo cuando se la imagina haciendo de tortuga.
El refuerzo por mínimos avances es fundamental, tanto por mi parte como por la de sus padres y hermano. Poco a poco ella misma se los va suministrando lo que hace que se sienta muy orgullosa de ello y se lo cuente a todos sus conocidos.
Le propongo seguir enfrentándose a cuantas más situaciones mejor (aunque ya le parezca que las tiene superadas) y trabajar mucho la relajación para intentar mantenerse intencionadamente en valores de 3-4 mµ durante mucho rato. Aprovecho esta situación dado que a ella le encanta cuando mantiene estos valores (en esta condición brazos, piernas, cabeza, cuerpo en general caen como si de una muñeca se tratara).
La relajación me la hace muy bien, y la sigo animando para que la practique cuantas más veces mejor, pues intentaremos reducir la activación del Sistema Nervioso Autónomo para que le ayude tanto a controlar los tres sistemas de respuesta como a exponerse, a enfrentarse y a percibir no sólo control sino, y sobre todo, que es ella quien controla y decide sus enfrentamientos.
Igualmente le animo a utilizar su relajación antes de entrar al colegio y sobre todo antes de los exámenes. Me ha comentado que ante un examen había una cosa que no le salía se relajó y le salió muy bien.
La niña está progresando muy bien y se la ve encantada con sus progresos. Lleva unos días que no se despierta por la noche y me lo cuenta con gran entusiasmo. Según ella porque antes de acostarse se relaja mucho, ya no baja a los pies de la cama pues no le hace falta, a veces se queda dormida antes de terminar la relajación. Durante el día ya no está nerviosa pues cuando nota que empieza a ponerse nerviosa por algo relaja y desaparece. Además me comenta que “quiere enfrentarse a todo” y que “el miedo cada vez es más pequeño” “algún día le voy a dar una patada para que se vaya a otro sitio”... Seguimos trabajando el refuerzo y la motivación con expectativas de superación pues lo está haciendo genial.
Para la siguiente semana le incluyo en el autorregistro imágenes de miedos superados y mezcla de sonrisas y gestos que indican superación. Cada vez que supera algo añade una cara con sonrisa y por cada intento un círculo con una línea en medio. Es ella quien decide si está casi conseguido o si lo ha superado.
A los padres les doy las siguientes instrucciones: Valorarle mucho lo que está consiguiendo y comentarlo entre vosotros cuando ella esté presente. Es fundamental que poco a poco se vaya sintiendo importante y orgullosa por ser capaz de llevar a cabo las exposiciones y enfrentamientos que está realizando y cuantos más mejor. Iremos introduciendo pequeños avances, a su ritmo pero sin dejar de avanzar todo lo que podamos. A cuantas más cosas se exponga y enfrente mejor, así que no le quitéis ningún revesino, aunque os parezca disparatado, es importante que poco a poco vaya adquiriendo confianza y seguridad en sus posibilidades. En la consulta practicaremos para que ella lo pueda llevar a la práctica.
La uñas le han crecido, se las pinto y hacemos la fotografía correspondiente. Ya tenemos 5 fotografías de sus manos y ha progresado bastante por lo que las sacamos por impresora para que las sustituya por las que tan poco le gustan.
6ª SESIÓN Y SIGUIENTES
La mejoría va siendo considerable, según los padres hace mucho que ya no se despierta por la noche, en ocasiones tienen que despertarla para que se levante. Todas las noches hace su relajación, se queda sola en su habitación (aunque el padre se encuentre de viaje) y duerme con la luz apagada sin problemas. Recorre la casa a oscuras, lo mismo hace con las escaleras (viven en un segundo piso) que sube sin encender la luz. Ya es capaz de jugar con los perros “uno grande y uno pequeño, me dice la niña”. Tampoco le importa si su hermano viene tarde o no, pues ahora piensa que se lo estará pasando muy bien y que por eso no viene a casa, a la hora que sus padres le dicen que tiene que llegar. Lo mismo ocurre cuando el padre va de viaje, ya no piensa que le pueda pasar algo “ahora estoy mejor porque ya no pienso esas tonterías (comenta)”. Va sola al colegio, al parque (ya no necesita que su madre esté presente) al pabellón de deportes, a la consulta sube ella sola (los padres la dejan en el portal). Según comentan los padres, está mucho más contenta, ya no se la ve asustada, ya no mira hacia todos los lados cuando van por la calle o cuando está en casa, ya no comprueba las puertas ni las ventanas, están muy sorprendidos por el cambio que ha experimentado su hija, “ahora se la ve feliz”. A la madre no la deja mirar debajo de las camas, la obliga a relajar y comprueba si lo hace bien o mal, le ha puesto un dibujo en su habitación para que también le sirva de ayuda.
Los autorregistros los hemos ido modificando, entre las dos decidimos qué dibujos utilizar, qué hacer conforme va superando sus miedos, a ella le encanta cada vez que añade una “sonrisa” y un “superado”. Éste es un ejemplo de uno de ellos
MIEDOS SUPERADOS POR MARÍA CON MUCHO ESFUERZO Y MUCHO AUTOCONTROL










SESIONES POSTERIORES Y RESULTADOS
Todas las sesiones son de hora y media y en alguna ocasión de dos, excepto las de seguimiento que son de una hora. Es a partir de la sesión 11 cuando iniciamos el seguimiento. Cada 15 días (3 veces), cada mes (3 veces), cada tres meses (2 veces), a los seis (1 vez) y al año (1 vez). En total 21 sesiones.
Los resultados son altamente positivos, los terrores nocturnos comienzan a desaparecer en la tercera sesión conforme ella va mejorando en las otras facetas y mantiene su mejoría a lo largo de todo el tratamiento. Tanto su ansiedad como sus miedos pasan a quedar controlados, mejorando notablemente sus relaciones a todos los niveles (en una ocasión expone ante sus compañeros de clase qué pueden hacer para vencer los miedos. La profesora queda tan sorprendida que le pide haga lo mismo con el otro grupo, tanto la niña como la madre me lo comentan con gran orgullo). Su relajación es total tanto a nivel subjetivo como objetivo (medida con el EMG cuyos valores pasan de ser muy altos y dispares a ser altamente controlados, manteniéndose en valores de 3-5 sin grandes esfuerzos). Respecto a las uñas ha enmarcado las fotografías pues quiere recordar cómo tenía las manos antes y cómo las tenía una vez finalizado el tratamiento.
La niña para ser tan pequeña controla muy bien las respuestas cognitivas, fisiológicas y motoras por lo que me pide que hagamos un nuevo análisis funcional para guardarlo como recuerdo y tener los dos “el bueno y el malo, como ella dice”
En alguna ocasión le animo a provocar el descontrol pero según la niña ya no puede pues ahora no le da miedo lo que antes le daba pues sabe cómo actuar para vencerlo. Su motivación ha sido muy alta desde el primer momento de ahí que haya favorecido enormemente la consecución de los resultados. Tiene muy claro que hay que exponerse, enfrentarse y utilizar las estrategias aprendidas para resolver los problemas que se le planteen. Cuando su madre demuestra tener algún miedo, enseguida le saca los dibujos y le explica lo que tiene que hacer para no tenerlo.
Le doy el alta y le entrego el siguiente diploma en DINA-4



 
Segú n comenta es su primer diploma y se siente muy orgullosa de él.
Conclusiones
Los resultados vienen a confirmar la importancia que ha jugado en la resolución del caso la psicoterapia aplicada la cual ha influido considerablemente en los resultados positivos conseguidos y mantenidos durante dos años de seguimiento. Se han combinado técnicas cognitivo-conductuales, relajación, respiración profunda y biofeedback. Igualmente ha resultado muy eficaz la empatía entre paciente y psicoterapeuta, las autoinstrucciones, el papel del juego con intercambio de papeles, las expectativas altamente positivas generadas hacia la exposición, el enfrentamiento y la resolución, la motivación generada hacia la consecución de objetivos y hacia la participación activa e implicación en la terapia de la niña, además del refuerzo y del autorrefuerzo aplicado ante mínimos progresos. Todo ello ha permitido que adquiriera una mayor percepción de control y pudiera superar con éxito una situación tan compleja e incapacitante.
Por todo ello, y basándonos en los resultados de nuestro caso, podemos considerarlos altamente satisfactorios dado que la paciente ha superado con éxito tanto sus terrores nocturnos como la gran ansiedad que le generaban sus fobias ante las diferentes situaciones que le impedían llevar una vida normal tanto a ella como a su familia. La combinación de las técnicas utilizadas impide determinar hasta qué punto contribuye cada uno de los componentes en la resolución del caso pero lo que sí podemos concluir que, independientemente de cuál de ellos haya tenido mayor o menor peso, el tratamiento psicoterapéutico aplicado ha sido fundamental para su resolución positiva. Otra limitación con la que nos encontramos es que al tratarse de un caso único no podemos generalizar los resultados obtenidos. Pero a pesar de las limitaciones, el caso presentado muestra que la aplicación de un programa psicoterapéutico es imprescindible a la hora de resolver unos problemas que pueden condicionar considerablemente el bienestar y la salud de una persona y mucho más cuando estos problemas se dan en edades tempranas, de ahí que sea fundamental el seguir aplicando procedimientos psicoterapéuticos que se han mostrado eficaces, independientemente de que sea o no caso único, al igual que continuar investigando su influencia para seguir aportando soluciones a situaciones que pueden llegar a ser crónicas e incapacitantes para las personas que las padecen.
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